Con millones de oyentes mensuales, Ricardo Montaner es una de las voces más importantes dentro de la música en español, construyendo un legado que ha perdurado a través de las décadas, siendo un hombre ejemplar, confiado y destacable pero no siempre fue así.
En entrevista con Yordi Rosado, Montaner recordó que a raíz de que tuvo que abandonar su país Argentina a los seis años para ir a Venezuela, se convirtió poco a poco en otra persona por completo. Lo que le comenzó a generar inseguridades, miedos y bullying en la escuela.
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“No era un muchacho muy feliz. Me hacían bullying en la escuela. Fueron años muy difíciles. Empecé a cambiar y me volví muy serio y me sentía el chamo más feo del mundo; comencé a engordar y me llamaban chanchito” reveló Ricardo.
Con las inseguridades invadiéndolo, su confianza fue a la baja después de enterarse que necesitaba usar lentes ya que fue perdiendo la visión de su ojo izquierdo. Montaner relató que eso fue un duro golpe que trajo consecuencias en la escuela.
“Me pusieron lentes y me convertí en el cuatro ojos del salón. Llegó el momento en que era gordito, tenía lentes, me comenzó a crecer la nariz y además se me desvió por el peso de los lentes; yo decía qué mal me va. Me daba miedo ir a la escuela y un día me gustó la chica equivocada. Apareció el malo del salón y me dio un empujón que me mandó hasta la pared para que no me metiera con su novia.”
Asimismo, Montaner confesó que fue la música lo que lo llevó a dejar atrás todas esas inseguridades en el momento que tomó el micrófono ante el público. En ese instante su vida cambió para siempre.
“Mi papá me sacó a crédito una batería, entre a una banda de rock y tocábamos los domingos en la iglesia. La batería era mi lugar en donde yo me sentía seguro ya que nadie podía verme, pero un día al vocalista le dio paperas y me tocó a mi cantar. En la segunda canción miré a la gente y vi que había dos muchachas que me sonreía. De ahí en adelante todo cambió para bien y me sentí más confiado y más lindo; la música te embellece.”
DAG