Una mañana de 2004 Los Ángeles amanecía con un espectacular que decía “El 14 de mayo no habrá mexicanos en California”, un mensaje atípico, pero claro.
Sergio Arau y Yareli Arizmendi trabajaron Un día sin mexicanos (2004) por muchos años, desarrollaron el concepto desde la idea, al cortometraje y hasta el largometraje. Así, hace 20 años, una película se animaba a cuestionar el sistema estadunidense, la migración y la identidad de los mexicanos fuera del país, especialmente en Estados Unidos.
Ahora, ambos creativos se encuentran proyectando Un día sin mexicanos ante nuevos públicos, en parte por la celebración del 20 aniversario, pero también como un método de autoreflexión y la conclusión es una próxima serie, desarrollada por Arau y Arizmendi, con el mismo tema central, vigente más de dos décadas después.
“Ya llevábamos rato sin ver la película y ahora que la hemos estado enseñando me sorprende”, dijo Arau, director y guionista.
“Yo pensé que se iba a ver mucho más vieja, en el sentido del ritmo, o que no se iban a entender muchas cosas, pero se entiende todo. Eso nos halaga mucho”.
Desde la terraza de la Cineteca Nacional, donde hubo una proyección especial de la cinta con la presencia de autoridades de la Cineteca y otros invitados especiales, Yareli y Sergio confirmaron que están “negociando para hacer la serie con Sony”, y aprovecharon para compartir sus reflexiones.
“Sentimos que nos va a dar más espacio para profundizar en las historias. La película tiene muchas historias y, a veces, lo que la gente nos decía era que nos hubiéramos clavado sólo en una, que sí, sería lo ideal, pero no hubiéramos abarcado todo el tema. Con una serie, por episodio, sí te puedes clavar”, dijo Yareli, actriz y guionista de Un día sin mexicanos, explicando que buscarán contar historias distintas en capítulos unitarios bajo un mismo hilo conductor, pero diferentes personajes.
A 20 años se pregunta, ¿El arte tiene sentido?
Durante la gira actual de la película, ambos creativos han logrado conectar con público joven, debido a que muchos espectadores que no pudieron ver la cinta cuando estrenó, al verla logran una conexión a 20 años de su estreno.
A pesar de la lejanía de su fecha de estreno, Arau señaló que la película continúa inspirando a jóvenes a hablar de sus problemas y poner discursos sobre la mesa a través del arte. Pero, al mismo tiempo, acepta que siempre se preguntó si su trabajo tenía algún sentido. Ahora, ya tiene una respuesta.
“Cuando estaba de caricaturista hablábamos muy seguido de si valía la pena poner el dedo en la llaga, señalar, denunciar… Siempre era una discusión, ¿realmente afectamos la vida? Pues en este caso yo siento que para mí fue un comprobante de que sí. Sí vale la pena estar luchando (…) El arte tiene un sentido. El arte es para hacer visible lo invisible, como dice Yareli”, dijo el integrante de la banda Botellita de Jerez.
Yareli destacó que aunque en ese entonces no había redes sociales tan presentes, “el impacto de la película fue evidente”.
Claves
El efecto
“Era la necesidad de hablar sobre el tema, abrimos un espacio para hablar de esto públicamente”: Yareli.
La intención
“Jamás lo hicimos para hacernos famosos, ni para ganar dinero. Era una denuncia real para que las cosas se arreglaran”.
El deseo
“Queríamos apuntar que había un problema. Si empiezas a hacer las cosas y tienes la intención correcta, se te une más gente”.
AJR