25 años del Teletón en la voz de Fernando Landeros; “Lo que yo quería era ayudar”

Para Fernando Landeros celebrar 25 años del Teletón y destaca que como efecto de la solidaridad de un país como México se ha ayudado a 640 mil niños con alguna discapacidad es motivo de orgullo; reconoce que no ha sido tarea fácil porque siempre ha estado latente la apatía de algunas personas, y el sueño de que en cada estado exista un Centro de Rehabilitación Teletón (CRIT) aún no se cumple.

El abogado dejó su profesión motivado por el Teletón que se hacía en Santiago de Chile e hizo mancuerna con Emilio Azcárraga Jean, presidente de Grupo Televisa, y en 1997 emprendió la aventura con la que ha hecho historia al fomentar la cultura en pro de la discapacidad en México; Fernando sigue tan entusiasta y confiado en que por lo menos este sábado la meta por alcanzar “se logre para construir dos CRIT más: uno en la montaña de Guerrero y otro en Mazatlán, Sinaloa”, dice en entrevista con MILENIO.

25 años se dice rápido, es un cuarto de siglo de una gran historia, ¿no?

Sí, cómo no, han sido 25 años de un país que a pesar de las transformaciones que ha ido sufriendo, de los cambios y problemas, de los momentos buenos y de los difíciles, como la pandemia; a final de cuentas ha demostrado que cuando el tema de los niños se mete hasta el corazón de un país, es imposible sacarlo. Y eso es lo que ha pasado en Teletón.

¿Cómo te nació la idea de hacer el Teletón?

Cuando acabé mi carrera, me fui a vivir a Santiago de Chile; ahí conocí La Teletón, porque en ese país llevaban algunos años haciéndolo, pasó el tiempo y en una conversación con el señor Emilio Azcárraga –con quien había sido compañero de escuela–, cuando asumió la presidencia de Televisa me dijo: ‘Oye, vamos hacer algo, vamos a darle un giro más social y humano a la empresa’. Entonces se juntó el apoyo de una empresa importante en términos de comunicación con una idea que yo traía en el corazón desde hacía muchos años. De ahí vino la invitación a muchos medios de comunicación, como MILENIO, Grupo Acir, Radio Centro, El Heraldo, El Universal y, bueno, esto se fue haciendo grande, grande, grande, hasta llegar a nuestro 25 aniversario.

¿Qué tanto se ha logrado del sueño del Teletón y qué falta por hacer?

Se ha logrado muchísimo. Hace 25 años el tema de la discapacidad no estaba en la agenda nacional, hoy está, se conoce y se reconoce; creo que no hay nadie que se atreva a ignorarlo. Es un tema que en 25 años ha cambiado totalmente; sin embargo, todavía falta. Cuando hablamos de inclusión real –niños aceptados en las escuelas, con acceso al arte, a la cultura, al deporte, personas con trabajos dignos y bien pagados, barreras arquitectónicas– todavía falta mucho. Lo que se ha logrado nos tiene que hacer sentir muy orgullosos, pero de ninguna manera podemos decir que esta labor ya se acabó.

¿Cuáles son los obstáculos más difíciles que has sorteado más allá de lo económico?

Siempre vencer la apatía; la apatía de la sociedad en cualquier país. A veces la falta de sensibilidad, de educación, a veces la difamación, es muy fácil creer una mala noticia, y las buenas las ponemos en duda siempre. Creo que, en general, la apatía y la indiferencia en un mundo tan frío y tan metalizado se vuelve el enemigo a vencer. Ganar la confianza es el reto.

Teletón ha llevado a México a tener la cultura de respeto a la discapacidad, la gente se ha sensibilizado y ya existe más respeto a las personas con discapacidad, ¿cierto?

Se ha logrado muchísimo; obviamente de la mano de la labor del gobierno, de muchísimas otras fundaciones, creo que esa es la parte, la visibilidad de los derechos humanos de las personas con discapacidad. Es uno de los grandes, grandes frutos de este proyecto.

En 25 años, ¿cuál es tu perspectiva ahora del tema que te ha llevado a hacer la historia?

No hay arrepentimiento alguno. Ha sido un camino no fácil; sin embargo, ha estado lleno de bendiciones, nada más de pensar que hemos hecho algún bien a más de 640 mil niños con alguna discapacidad, con cáncer o con autismo, me elimina cualquier inquietud o duda de pensar si esto ha valido la pena o no.

De todos esos pequeños que se han tratado en Teletón, ¿hay alguna que te haya marcado o recuerdes por alguna situación en especial?

Sí, muchas, muchas. Pero hay una, la de aquel chiquito que cuando estaba por morir, pidió que lo enterraran con su camiseta del Teletón, porque él lo consideraba su traje de gala. Esa historia me dejó muy, muy marcado. Era un chico de Michoacán, de Uruapan, se llamaba Jairo. Esa anécdota la recuerdo con especial dolor y cariño porque nos enseñó a valorar lo que significaba la camiseta del Teletón para muchos niños. Y si eso significaba para él, para el país que lo había construido le daba un valor y una utilidad muy grande al esfuerzo.

¿Qué sientes cuando alguien te da las gracias?

Siento mucha gratitud hacia Dios, en primer lugar, por meterme en este camino; mucha gratitud hacia el país por darme la oportunidad de ser parte de este proyecto. Gratitud, la más grande gratitud a la vida, porque no me imagino haberme dedicado a otra cosa. Esto ha sido toda mi vida y ha sido el mejor proyecto que pude haber escogido.

¿Dejaste la carrera que habías estudiado?

Yo estudié Derecho, en aquellas épocas a mí me gustaba todo lo que tenía que ver con el servicio público, con la política, pero en realidad lo que yo quería era ayudar; y encontré en el camino del Teletón una manera muy linda, clara y concreta de ayudar a mi país.

Hablar de números es frío, pero en el caso del Teletón es muy representativo porque nos remite al efecto de estos 25 años. ¿Cuántos CRIT hay y qué sigue?

Son 24 Centros Teletón, 22 enfocados a la rehabilitación, uno al autismo, el Hospital de Cáncer y la Universidad Teletón; este año, si logramos alcanzar la meta, queremos ir por un CRIT 25 en la montaña de Guerrero y un CRIT 26 en Mazatlán, Sinaloa. Son las ilusiones, pero nada de eso va a ser posible hasta que no lleguemos a la meta este sábado.

Cada vez faltan menos estados con un CRIT, y con ello lograr tu sueño de que todos los estados tuvieran uno.

Si, la verdad prácticamente toda la República está cubierta, y es así, gracias al amor del país; parece una frase trillada pero es un amor bien concreto, es un amor que participa, que se compromete. Es un amor que rompe la comodidad de un sábado para ir a donar, y eso vale oro.

¿Qué medidas preventivas faltan para que la discapacidad disminuya y la estadística se reduzca?

De entrada, mejorar todos los servicios de salud. El tema de la pobreza genera discapacidad y la discapacidad genera pobreza. Mujeres que fueron mal atendidas durante el parto o la falta de pericia médica, o simplemente la ausencia total de especialistas. Es un tema que tiene que ver con el sistema de salud de México, que tiene que mejorar. También falta consumir ácido fólico en edad reproductiva. Prevenir los accidentes, es increíble, son una causa muy importante de secuelas de discapacidad. Siempre hay maneras de prevenirlos: usar el casco, usar el cinturón, son muchas cosas.

José Luis Benhumea García entregó su alcancía Teletón

José Luis Benhumea García como cada año entregó cuentas al Teletón. Acompañado de su mamá, Consuelo García, llevó al CRIT de Chilpancingo las alcancías que concentraban el dinero que obtuvieron de la venta en el bazar que realizan para la causa y de los donativos que amigos y familiares aportaron.

“Él se emociona, se motiva mucho cuando empezamos con el movimiento en la casa (en Chilapa, Guerrero) para poner el bazar; y ya cuando acabamos la venta, me dice si ya nos vamos a ir al CRIT a dejar las alcancías”, dice Consuelo, quien feliz comparte que su insistencia y perseverancia por ayudar a su hijo la motivaron a no desistir en su intento por lograr un lugar en el CRIT: “Marque y marqué no sé cuantas veces, hasta que logré que me contestaran, pues la línea siempre estaba ocupada, pero tuve la suerte y mi hijo ha sido atendido en el CRIT gracias a Dios, donde las consultas, los tratamientos, las terapias, el personal y las instalaciones le han permitido tener un gran avance”.

El diagnóstico que le dieron a José Luis fue “PCI Parálisis Cerebral Infantil", por hidrocefalia; se le dificultaba mover mano derecha y las otras tres extremidades si tenía más movimiento”, comparte su mamá.

Y añade: “Pero ha mejorado mucho, son pequeños cambios, pero muy significativos para mí; desde que empezamos con la atención en el CRIT ha habido cambios, empezó a articular y a tener mejor diálogo, a caminar mejor, aunque no ha logrado dar un paso solo; pero también ya puede enganchar un alimento sólido y lo lleva solo a su boca, y también ya tolera más estar sentado; así que para nosotros la experiencia de recibir la atención del Teletón ha sido muy buena y muy bonita”.

DAG