El 21 de agosto de 2017 se estrenó Hoy voy a cambiar, la serie biográfica de Lupita D´Alessio que para Gabriela Roel implicó “un gran reto”; de hecho, a casi tres años de ese suceso, recordar cómo encarnó al personaje, cómo se preparó y hasta cómo recibió la asesoría y visto bueno de la cantante la emociona, la pone nerviosa. Sobre todo ahora que la producción de Rubén y Santiago Galindo se ha vuelto a programar en el canal Las Estrellas, debido a que por la pandemia la televisora de San Ángel ha preferido echar mano de las biopics que ha realizado y le han dado gratos resultados de audiencia. Ésta le representó en su estreno 4 millones de televidentes.
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Sin embargo, haciendo un recorrido por su historial, Roel reconoce que Frida Kahlo es el personaje más difícil que ha hecho hasta el momento, en el monólogo Kahlo viva la vida, luego de haber pasado por infinidad de “heroínas chillonas en televisión, hasta que vieron que podía hacer villanas” o haber encarnado a una prostituta en la exitosa ópera prima de Alberto Cortés, El amor a la vuelta de la esquina, o incluso “una reina como en El Dorado” de Carlos Aura.
“He hecho de todo, eso me tiene muy contenta. Me parece que es una carrera muy difícil, muy comprometida, a veces hay muchas preocupaciones de quedarte sin trabajo, dices: ‘Ahora qué va a pasar’, pero creo que he sido muy privilegiada, afortunada; ojalá la vida me dé la oportunidad de interpretar muchos personajes más”, dice la actriz, quien desde que comenzó la pandemia se ha dado tiempo de hacer muchas cosas que comúnmente no puede realizar con calma; en los últimos meses ha dividido su tiempo entre “el aseo de mi casa, ver series, películas, disfrutar a mi hija en las ocasionales veces que me visita y cocinar, aunque no me gusta mucho hacerlo para mí sola”.
¿Qué fue para ti la serie “Hoy voy a cambiar”?
Un reto personal y actoral muy grande, porque la señora D´Alessio está viva, en primer lugar; porque es un ícono, porque es muy difícil interpretar sus canciones. No son nada fácil. Hice playback, pero de todas maneras teníamos que aprendernos los temas. Fue un proceso como de dos meses y medio, teníamos clases de canto, análisis. y en mi casa me compré un micrófono y una bocinita y a darle. Vi miles de videos, leí de su vida, de todo, para meterme en su piel.
¿Platicaste con ella previo a la grabación?
Me habló dos días antes de empezar a grabar y fue muy halagador para mí, me puse muy nerviosa, la verdad. Además, como ya la tenía super estudiada, cuando oí su voz, yo oía la mía y decía: ´Ay caray, nos parecemos un chorro’. Yo nunca me imaginé parecerme a Lupita D´Alessio, quien se lo imaginó fue Rubén Galindo (el productor de la serie), me vio en la serie de Juan Gabriel, en la que hacía a la bisabuela del cantante, una indígena michoacana, y me dijo: ‘Eres tú, eres tú’. Y sí, sí me parezco, y claro, cuando estudias a alguien te vas pareciendo cada vez más.
Lupita es un personaje difícil, complejo...
Sí. Cómo no, varias veces estuve a punto de decirle a Rubén: “bye, bye, ahí te ves”. A Mariana Torres, quien hace el personaje de Lupita en su juventud, le pasó lo mismo. Era muy difícil entrarle a ese toro por los cuernos, pero, pues nos lo echamos, y la verdad la señora está contenta. Y nosotros agradecidos de que haya aceptado esto, y se haya ´desnudado’, porque no es fácil; y también estamos bien agradecidos con sus hijos. Ernesto nos estuvo coucheando. Hubo una escena muy especial para mí, cuando Lupita tocó fondo y estuvo a punto de inyectarse heroína, porque ya no le hacía nada, nada… y estaba a punto de morirse. Antes de esa escena, me habló varias veces, porque no quería que salieran chafas ni caricaturescas.
¿Al final te dio el visto bueno?
Bueno, por teléfono, muchas veces; y cuando se presentó la serie ella no vino, pero estuvo en una megapantalla y me agradeció a mí y a Mariana, estaba muy contenta, pero también muy nerviosa, porque imagínate verte así. Pero fue un exitazo, tuvimos como 4 millones de televidentes, la gente prendía su televisor a las 9:30 de la noche, entonces los de Televisa, felices, dieron una comida en una oficina que tienen en las Lomas y fueron Ernesto y Cesarín, los productores, Mariana y yo. Fue muy padre.
¿Ha habido personajes que te han marcado tanto como el de Lupita?
Yo empecé haciendo teatro y también era bailarina de ballet, de todo un poco; y hay una película que se llama Amor a la vuelta de la esquina, fue la ópera prima de Alberto Cortés, ganó varios premios Ariel, esa película fue muy importante porque marcó una diferencia en el cine mexicano. El guión era muy diferente al cine de ficheras, la protagonista es una prostituta, y la gente la criticó porque casi no tenía diálogos, pero no es fácil hacer una película donde casi no hablas.
“Después hice El Dorado con Carlos Saura, filmamos en Costa Rica cinco meses, yo estaba muy joven y me daba mucho miedo trabajar con actores internacionales, pero me trataban como una reina, y el personaje era una reina, como La Malinche.
“Hice un monólogo como Frida Kahlo, que se llamo Kahlo viva la vida, me dirigió Felipe Nájera, lo montamos en cabaret, es una tragicomedia, eso es lo más difícil que he hecho, más que Lupita D´Alessio; varias veces dije que no la haría, pero ahí voy de necia. En ese entonces tenía 47, ahora tengo 60, tenía la edad ideal para interpretarla, porque ella murió a los 47. Fue complicadísimo, fue en El Café 22. Esa obra la alterné con Ana Karina Guevara, que ya volvió a montarla, pero no pude ir a verla porque tuve una complicación con una pierna y me operaron. Yo ya llevo dos cuarentenas, porque el año pasado me metieron una prótesis de cadera, entonces estuve encerrada casi cuatro meses”.