El saludo de mano es firme y amable. Mark Hamill recibe a M2 junto a varios periodistas de Latinoamérica —muchos notablemente nerviosos—, pero él se encarga de romper el hielo en un minuto. Nos pregunta a cada uno nuestro nombre y país de origen. Se presenta como si no lo conociéramos. De entrada le cuestionamos si es así de humilde.
“Nunca entenderé a esos actores que te dicen ‘no me veas a los ojos’, nunca he trabajado con ellos personalmente pero de que existen, existen. Soy todo lo contrario. Incluso cuando hacía teatro para mí era importante conocer a todo el personal detrás de escena, a quienes venden tickets, en fin, todos ellos son indispensables para el éxito de un proyecto. Son trabajos en equipo”.
El ambiente se relaja de inmediato y nos vamos a la razón del encuentro: Hamill se une a la segunda temporada de la serie de History Knightfall, la cual relata los últimos días de los caballeros templarios en el siglo XIV, y que está protagonizada por Tom Cullen.
“De repente entrar a una segunda temporada es muy intimidante, sobre todo porque la primera fue tan buena que entrar a un show que ya está establecido y que ya tiene una base de fans no es sencillo. Primero tienes que estar seguro de que sí haces click en este mundo y que vas a complementar, no estorbar, al show”.
El actor de 67 años asegura que ya era fanático del programa y que desde que vio los primeros 20 minutos del primer episodio sabía que quería formar parte de Knightfall porque nunca ha estado en un drama histórico, género que le fascina.
“He hecho programas históricos en voiceover pero no es lo mismo, siento que la atracción hacia Knightfall es que le quita el glamur a los caballeros templarios. Una de las razones por las cuales amé Deadwood (HBO) es porque desmitifica el género del western. Y este show hace exactamente lo mismo. ¿De verdad es glamuroso el Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda? ¿Cómo le hacían a los 45 años de edad con esas armaduras para luchar?”.
Aunque las preguntas sobre Star Wars no son precisamente alentadas por sus publicistas, siempre hay un reportero —en este caso brasileño— que se atreve a desafiar como buen Jedi. Mark no se molesta en lo absoluto al cuestionarle si no es raro interpretar a dos caballeros, uno en una galaxia muy lejana y otro en un siglo muy remoto.
“La verdad es que nunca pensé que mi personaje en Knightfall se pudiera relacionar con Luke Skywalker. Fue hasta que acepté el papel que la gente empezó a decir: ‘fuiste un caballero en Star Wars y eres otro aquí’. Pero mi respuesta es: en un mundo de fantasía en el que levantas objetos con la mente, es mucho más sencillo que lo que hay que hacer en Knightfall, es decir no pueden ser más disímbolos”.
Hamill interpreta a Talus, el villano de la historia que hará todo en su poder para que Landry (Cullen) no haga las cosas bien.
“Es un personaje brutal. Mi papá estuvo en el ejército (en 1978) y nunca conocí a alguien como mi personaje. Es decir, sí conocí gente con ese exterior terrible que no deja ver a la persona porque solo se asoma la figura autoritaria, pero Talus es terrible y muy divertido de interpretar”.
Al preguntarle si Cullen se sintió intimidado, inmediatamente reacciona: “por supuesto que no, yo en realidad soy un dulce gatito”. A lo que el protagonista de Knightfall responde: “Ja, ja, no. Mi hermano —quien también está en el show— y yo estábamos nerviosísimos. Es Luke Skywalker, crecimos con él. Cuando finalmente lo tenía a mi lado no lo podía creer y obvio estaba sudando. Pero lo primero que nos dijo fue: ‘Amo el show, estoy feliz de estar aquí y por favor ayúdenme a entrar rápido a este proceso’. Es sumamente humilde y amable. Desde ahí nos volvimos amigos”.
MARK Y LOS TEMPLARIOS
Hamill confiesa que los templarios están fuera de su experiencia: “Vi la primera temporada, leí en Wikipedia todo lo que pude, y lo que pasó en realidad es que, cuando empecé a grabar, cada vez tenía más curiosidad sobre el tema y fue Simon Merrells (Tancrede en el show) quien me recomendó un par de títulos. Ahora los leeré más por placer. Nuestra primera responsabilidad es ser interesantes y entretener, para nada educar. Por supuesto es nuestro deber ser lo más apegados a la realidad. No queremos que nos pase lo que a Bohemian Rhapsody, claro que tampoco sabemos qué pasó con exactitud hace 500 años como lo que pasó con Freddie Mercury”, bromea.
Después retoma la compostura y asegura que Knightfall toca temas históricos muy apegados a la realidad y la relevancia de contar esta historia es precisamente aprender del lema “la historia se repite a sí misma”.
Y ADEMÁS
CREATURA SIMPLE
Al preguntarle por qué cree que actores tan grandes están brincando del cine a la tv, fue contundente: "Creo que la calidad de la escritura en la tv es lo que es emocionante, y los actores somos creaturas simples. De verdad. Solo queremos personajes que nos reten y si es en cine, tv o teatro da lo mismo. Hay un boom en la tv que está atrayendo a los mejores escritores y por ende a los mejores directores. Y el efecto es: eso atrae a los mejores actores".