Rebecca de Alba ha cambiado su rutina. Ahora, como en su niñez y adolescencia, cuando pasaba largo tiempo con su familia en la casa de su abuela, la cocina se ha convertido en parte de su día a día desde que inició las grabaciones de la nueva temporada de MasterChef, en la que diversas celebridades mostrarán sus habilidades para la gastronomía.
La grabación del programa tiene un receso, y así se da la oportunidad de hablar con la zacatecana, quien se escucha emocionada ante la nueva experiencia; aunque en el terreno de la conducción ha estado en coberturas muy importantes, como la muerte de Lady Di, los 50 años de la reina Isabel, eventos deportivos, concursos de belleza y destacados conciertos, jamás había hecho un programa relacionado con la gastronomía.
“Para mí la suerte es la combinación de estar preparada en todo momento, para que cuando te llega una oportunidad, tengas las tablas necesarias. Si yo no tuviera las herramientas para hacer distintos contenidos, no me llamarían. Aunque debo decir que nunca había estado en un programa de cocina, y tampoco soy una gran cocinera, hago las cosas un poquito más allá de lo básico. Sin embargo, me encanta la cocina porque es un tema muy familiar”.
Rebecca recurre a la memoria para sustentar sus palabras: “Desde los seis años, a falta de padre, vivimos mi mamá y mis hermanos con mis abuelos maternos; ahí todo sucedía en la cocina, nunca estaba vacía, siempre había alguien platicando o cocinando, el pan se hacía en casa y un tío, que siempre ha sido muy naturista, me enseñó a hacer jocoque; así que aprendí a cuidar búlgaros”.
Y añade: “Mi mamá fue una mujer muy, muy trabajadora y cocinaba delicioso, ahora ya es de: ‘No hagas nada, mamá´. Mi abuela también cocinaba muy rico. Recuerdo que cuando llegaba del colegio, mi mayor ilusión era que hubiera albóndigas o pacholas, cosas muy sencillas, que con la magia que tiene la cocina eran muy valiosas para mí”.
Además, Rebecca comparte con mucho orgullo que su primer sueldo fue producto de su trabajo en la cocina.
“Los primeros pesos que me gané en la vida fueron porque aprendí con un recetario de postres a hacer pasteles y roscas, los vendía en la puerta de la casa de mi abuela y me ganaba unos pesos; así supe lo que era ganarse algo a través del esfuerzo, tenía 13 años”.
Ante ese contexto, imposible rechazar la oportunidad de conducir MasterChef: “Me vino a la mente todo el tema familiar desde muy chavita; eso me ilusiono mucho”, compartió.
Rebecca tomará el lugar que tenía Anette Michel en el reality, y sin el menor reparo comentó que evidentemente será un MasterChef diferente.
“Será bien distinto a otras temporadas por muchas razones; en el anterior, la conductora no podía probar nada, y yo estoy bien feliz con el chef Herrera que luego me dice: ‘Güera ven para acá’, y me hace probar los platillos.
“Y a Anette, quien es una supercompañera mía, lo que más le apasiona es actuar, y ya tenía rato queriendo actuar, como aquí en Azteca no hacen telenovelas, entonces me dijo: ‘Me voy a hacer telenovelas’. También será distinto porque los participantes son gente conocida. Así que estoy superilusionada por todo el aprendizaje que tendré. Y aunque no soy animadora, sé que tengo que ponerle el feeling y acostumbrarme a ese toque”.
Aprendizaje sabroso
Después de algunas semanas grabando el reality, Rebecca comparte que ha sido una experiencia singular.
“Soy la cómplice de los cocineros, he conectado mucho con ellos, y con los chefs me llevo muy bien. El chef Herrera me divierte mucho, es todo un personaje, es escritor, acuarelista, un gran chef y tiene un lenguaje lleno de sentido del humor negro.
“A la chef Betty, ya le digo miss Betty, es una supermujer, inteligente, con carácter; te arropa, es muy dulce, muy culta. Lo que me impacta es la cultura y el conocimiento que se requiere para ser un chef completo. Cada uno en su nivel, pero todos están supertop. Aprendo mucho de los tres cuando hacen sus observaciones.
“El chef Joserra es muy risueño, ocurrente y correcto; es un tipazo. Tiene una chocolatería, y yo de postres no le entró más que al chocolate, el que me pongas, de preferencia el oscuro. Ya me prometió que va a hacer uno con trufa; también hace pan horneado en su tienda… Ya le dije que me urge”.
Después de una sonora risa, continúa: “El otro chef que nos visita de vez en cuando es muy puntual con sus observaciones; es Fernando Stovell, mexicanísimo; ha atendido a sultanes, jefes de Estado, a la reina Isabel II. Es un hombre con mucho mundo”.
Rebecca compartió cuáles son sus platillos preferidos: “Me gusta la comida que puedo comer en paz, comer sí es todo un acontecimiento para mí. Me gusta la pasta, soy una apasionada del mole, que es un platillo bien complejo, me fascinan los chiles rellenos, la comida mediterránea, las ensaladas, la gastronomía griega, la árabe, un sándwich. Yo no tengo cocinera, soy ama de casa, porque no tienes que tener marido e hijos para echar raíces y hacer un hogar”.
y además
Quiere un talk show
La conductora aseguró que extraña mucho hacer entrevistas: “Siempre he querido hacer un programa, pero nadie cree que funcione porque todo son redes sociales; sin embargo, la televisión no está muerta. Las redes son lo de hoy, y sí me meto al tema y lo conozco, pero tengo la escuela de la televisión de oro, cuando empecé a mis 21; es otra manera de ver el trabajo y son otros valores”.
bgpa