Tina Turner cumple 80 años: sus inicios atrapada en un matrimonio violento

La historia de Tina Turner es una con la que muchas mujeres podrían identificarse con facilidad, y aunque lo que vivió con su ex esposo, Ike, no la definen ni como mujer ni como artista, sí lo hacen su valentía y su talento que la llevaron a la cima tras dejar atrás una relación en la que sufría de violencia física y psicológica. Hoy, a sus 80 años, Tina es una mujer que logró conquistar al mundo y que vive feliz a pesar del infierno que padeció a lado de ese hombre. 

Tina Turner fue la encargada de contar esa historia en su libro My Love Story. La autobiografía definitiva, publicado en 2008, en donde relató los episodios de abuso que sufrió a manos de su ex marido, que murió en ... 

Tina se casó con Ike cuando tenía sólo 22 años, después su relación anterior, de la que fue fruto su primera hija sucumbiera tras el abandono del saxofonista. Desde el principio, las cosas anduvieron mal. Su boda, que se efectuó en Tijuana, México, y sin la presencia de nadie más que la de los novios, no pudo haber culminado de peor manera: en un club viendo, durante toda la madrugada a strippers desnudándose en la que ella la pasó realmente mal: 

"Estuve triste todo el rato, a punto de llorar, pero no había escapatoria. No nos íbamos a ir sino hasta que Ike quisiera, y él la estaba pasando muy bien..." escribió la cantante. 

Más adelante, Ike comenzó a aprovecharse del talento de su esposa y conformaron el conjunto musical Ike & Tina Turner, en el que la explotaba sin escrúpulos, cuenta Tina, a quien durante su nuevo embarazo, él obligó a trabajar sin descanso durante los nueve meses de gestación en una gira por Estados Unidos. 

Fue entonces cuando el verdadero martirio comenzó, pues Ike empezó a actuar de manera cada vez más violenta, escupiéndole cuando se equivocaba en los ensayos, y golpeándola cada que tenía oportunidad e incluso, cuando se volvió adicto a la cocaína, llegó a arrojarle a Tina Café caliente sobre la cara, ocasionándole quemaduras de tercer grado. 

Escapar

Su tormento fue tal que durante su matrimonio con Iker, quien también tenía varias amantes, Tina comenzó a buscar la manera de escapar. Su primera opción: el suicidio. La cantante, relata, se empinó un frasco de somníferos que la mandaron al hospital, pero que no lograron matarla. 

“Me convencí de que la muerte era mi única salida. Y no me asustaba porque no veía el sentido de vivir así por más tiempo”, escribió Tina. 

"Deberías morirte, hija de puta" fueron las palabras que la recibieron en el hospital tras despertar, provenientes de Iker, quien, recién dada de alta la obligó a trabajar, con calambres en el estómago y malestar. 

Varios años pasaron antes de que Tina tomara la mejor decisión de su vida, responder a los insultos y los golpes para después huir. En 1976, después de una presentación, Iker comenzó a insultarla, pero ella ya no aguantaba más, así que respondió a los insultos y luego, a los golpes. 

Esa noche, mientras él dormía, Tina salió de su habitación del hotel sin llevarse nada con ella. Cuando Iker comprendió lo que sucedía, comenzó a acosarla y a amenazarla para que volviera con él, sin embargo, ella nunca accedió. Durante su divorcio, ella decidió cederle absolutamente todo con tal de terminar pronto el suceso, quedándose sin nada más que deudas y su nombre artístico. 

Su suerte cambió cuando David Bowie ayudó a popularizar el talento de la cantante, cuando llegó a Nueva York en donde ella se encontraba  y expresó su deseo de verla. 

Ahora, Tina es una mujer exitosa, realizada y felizmente casada y retirada en Suiza. Su talento superó por mucho al de su abusador esposo, pues obtuvo nada menos que 12 Premios Grammy más que él, que murió en 2012 de una sobredosis. 

“Viví un matrimonio infernal que casi me destruye, pero seguí adelante. Enfrenté la decepción y el fracaso debido al género, la edad, el color y todos los demás obstáculos que el destino puso en mi camino, pero seguí adelante” dijo. 

Con información de José Luis Martínez S. 

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