Luego de que su parodia de Yalitza Aparicio fue calificada como racista en redes sociales, la actriz Yeka Rosales salió a defenderse y argumentó que ella no discrimina, pues interpreta "todas las pieles y razas y edades que existen en el mundo".
Para su interpretación, Rosales recurrió al maquillaje para oscurecer su piel, además de ensanchar su nariz. Televisa, por su parte, promocionó el programa en su sitio web bajo el titular "Se filtran imágenes de Yalitza Aparicio llevándose el centro de mesa en un evento".
La televisora no ha emitido postura oficial ante las críticas, pero Yeka Rosales ha usado Twitter para asegurar que su parodia no es racista ni busca discriminar a las personas indígenas.
Para ello, ha recurrido a cuestionar por qué en el pasado no se criticaron parodias realizadas por actores como Héctor Suárez o Los Polivoces.
Rosales ha dado réplica a colegas que la apoyan, como Maca Carriedo, para quien la parodia de Yalitza Aparicio no es discriminatoria pues en Televisa se imita "a todos por igual".
Blackface y brownface
Aunque los argumentos de Yeka Rosales y Maca Carriedo, al respecto de la "inclusión", podrían sonar convincentes, ayer te explicamos por qué el blackface y brownface son otra forma de discriminar.
La "cara negra" no es neutral, dice David Leonard, profesor de la Universidad del Estado de Washington y autor de varios artículos sobre el tema.
La práctica se remonta a los minstrel shows, los espectáculos de juglares surgidos en la primera parte del siglo XIX, durante los cuales los blancos ennegrecían sus rostros para encarnar a los negros con los ojos muy abiertos, siempre presentados como ingenuos, ignorantes, perezosos y, a menudo, adornados con características animales.
Un actor conocido fue Thomas Rice, en el papel del payaso Jim Crow, un esclavo negro discapacitado. Su nombre inspiró las leyes de Jim Crow, que sirvieron de marco para la segregación racial en Estados Unidos.
- Racismo
De acuerdo con el sociólogo Ramón Grosfoguel, a diferencia del prejuicio, el racismo es siempre institucional, por lo que subraya que, a pesar de la idea ampliamente difundida de que puede existir un racismo positivo o inverso, éste no existe.
"Esa idea de racismo antiblanco es un problemática, porque si la jerarquía de poder racial se ha construido históricamente en lo blanco como superior sobre lo otro, puede haber grupos interiorizados, racializados, de origen afro, indígena, islámico, que tengan un estereotipo sobre lo blanco, pero no tienen el poder social para que los blancos sean segregados racialmente", señala Grosfoguel.
"La idea de racismo antiblanco es una idea muy racista porque invierte la realidad de las relaciones sociales y pone el acento del problema en el otro lado", agrega.
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