Los médicos especialistas cubanos ya conocieron la precariedad y la inseguridad de la región de La Montaña de Guerrero. Hace una década se firmaron convenios, los políticos se tomaron fotografías, se acordó pagar buenos sueldos, se construyeron alojamientos y brindaron atención médica, pero el proyecto poco duró, y de pronto, se marcharon.
La gente en los pueblos los recuerda, y de buena manera. En 2012, el entonces secretario de salud de Guerrero, Lázaro Mazón, incentivó brigadas médicas en aras de prevenir las muertes maternas, y 19 doctores viajaron de la Isla a La Montaña para dar atención a los municipios de Acatepec, Alcozauca y Tlacotepec, actual municipio de Heliodoro Castro.
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Los sueldos de los médicos fueron financiados por los mismos ayuntamientos y el gobierno del estado. Sin embargo, los recortes presupuestales y los cambios de gobierno hicieron que el proyecto fuera efímero, y una vez más, La Montaña se quedó sin especialistas.
Enriqueta García Mateos, titular de la dirección de la mujer en el municipio de Acatepec se encarga de relatar a MILENIO las anécdotas de aquellos doctores que alguna vez fueron contratados para darle salud a las comunidades indígenas de la montaña:
“Aquí lo teníamos todo, venía la gente y yo recuerdo que venía gente hasta de Tlapa, de otros lugares para atenderse aquí… y yo con mi vecina le decía '¿por qué no aprovecha que están aquí?, hay que aprovechar, y si se siente mal, pase al hospital'’”.
Los primeros nueve médicos llegaron en 2012 a la región indígena me'phaa en Acatepec, bajo el eslogan “Una nueva era para el municipio”, entonces a cargo del alcalde Juan Paulino Neri. El proyecto se replicó en 2013 en Alcozauca, con cinco doctores que fueron supervisados por la Universidad Autónoma de Guerrero, bajo la dirección de Javier Saldaña Almazán, y en noviembre de 2014 la fiebre por los galenos cubanos alcanzó al Hospital Básico Comunitario de Heliodoro Castillo con cinco médicos más. Y la razón, según el entonces secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, porque los médicos guerrerenses se negaban a trabajar en la región ante los altos niveles de inseguridad.
Pero la bonanza sanitaria se acabó. “Era muy costoso traer médicos desde allá para que estuvieran aquí, entonces pues ya no hay más dinero como para pagarle más tiempo a los médicos y mucha gente decía '¿por qué no baja otra vez esos doctores?', pero pues no hay dinero”, recuerda Enriqueta.
Desde Palacio Nacional se revivió la propuesta de enviar médicos especialistas a esta marginada de Guerrero, pero el centro de salud del municipio de Acatepec, administrado por el gobierno del Estado, aquel que recibió a los primeros doctores de la isla, hoy se encuentra en el abandono.
“Tantito tienes tos, no hay medicamentos, tienen calentura, más con la pandemia que hubo, no hay medicamentos o tienen que comprar y para nosotros es muy complicado conseguir medicamentos y el recurso, no hay”, acusa Esther, habitante Chirimoyo, en Acatepec.
Los alojamientos construidos para aquellos cubanos hoy son utilizado por médicos mexicanos que sí optaron por vivir en La Montaña, por pasantes y pacientes que requieren vigilancia continua.
Solamente funciona una ambulancia de las cinco que tienen; tres se encuentran paradas y una más se encuentra detenida en Tlapa, por falta de papelería. Las salas de operación y los consultorios no tienen techo y las fallas estructurales del edificio comienzan a verse en las paredes.
No hay instrumentos médicos, y el que se descompone queda a la intemperie. Las rasgaduras del material de cama dejan ver la precariedad del servicio, y en el inventario falta: Oxitocina, Diazepam, reactivos químicos, material quirúrgico, medicamentos del llamado carro rojo, gasolina para los traslados de embarazadas con condición grave, jabón, cloro, y hasta papel y tóner.
Sin embargo, la confianza en que lleguen especialistas a La Montaña, ya sean cubanos o mexicanos, sigue presente.
“Pedirle al gobierno federal que si va a mandar médicos cubanos, que lo haga, y que mande médicos cubanos que amen su trabajo, que los especialistas que vengan atenderlos, que nos traten bien”, pide Angélica Cortés, del municipio de Acatepec.
FS