Al cumplir un año del gobierno de Acapulco, la alcaldesa Adela Román, emanada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha aceptado la renuncia de diez colaboradores. Las renuncias, han sido motivadas por diversos señalamientos, y acusaciones al interior de la actual administración.
El primero fue el entonces secretario de Planeación y Desarrollo, Jesús Edmundo García López, que el 18 de noviembre, fue detenido por conducir en estado de ebriedad, chocar y dejar una persona lesionada.
Los reportes oficiales señalan que el percance ocurrió a las 2 de la madrugada frente al parque acuático El Rollo, luego que el funcionario acudió a una fiesta de cumpleaños en una disco de la costera. Fue hasta el 22 de noviembre que le presentó a la alcaldesa su renuncia al cargo.
Casi una semana después, el 30 de noviembre, sin previo Julio César Ramírez Coronel, renunció a la Secretaría de Finanzas. La alcaldesa le habría hecho algunos reclamos, entre estos la contratación de una consultoría, la falta de pagos de energía eléctrica y los diversos conflictos en la dependencia.
El tercer funcionario en dimitir fue Covadonga Gómez Huerta, quien el mismo 30 de noviembre dejó su cargo como directora del Centro de Atención y Protección al Turista en Acapulco (CAPTA), donde estuvo más de 6 años.
Casi al finalizar el 2018 y luego de haberse cumplido los primeros 100 días de gobierno de la alcaldesa, fue despedida Alma Pérez Sánchez, quien ostentaba el cargo de directora de Nóminas en la Sefina del ayuntamiento y quien era sindicalizada por la sección 35 del SUSPEG.
Para el primer día de enero del 2019, le siguió el director de Comunicación Social, Xavier Rosado, quien desde octubre ostentaba dicho cargo. Se le acusó que cobraba doble salario en la Universidad Autónoma de Guerrero y la comuna.
En la primera quincena de enero de 2019 siguió la destitución de Mario Pintos Soberanis, quien fungía como director de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco. Asumió el cargo el 22 de octubre de 2018.
Días después, se sumó la séptima renuncia: Juan Carlos Hernández dejó su puesto en la Dirección de Recursos Humanos. Dos meses más tarde, de forma inesperada dejó su cargo el secretario de Seguridad Pública, Giovanni Raúl Mejía Olguín, quien había logrado en pocos meses bajar la incidencia delictiva.
Siete meses después, el secretario de Seguridad y capitán de Marina, Gerardo Rosas Azamar, fue destituido debido a una serie de acusaciones entre las que había hasta amenazas de muerte.
La síndica procuradora, Leticia Castro Ortíz, acusó que nunca tuvo un plan estratégico de seguridad. Incluso había señalamientos que presentó el mismo plan de trabajo que había entregado meses antes Mejía Olguín.
Apenas ayer, Roberto Juvencio Ramírez Bravo, fue removido como director de Comunicación Social. Se argumentó que fue por motivos personales y regresar al periodismo.
VJCM