Alrededor de las 20:47 horas de la noche del martes en Acapulco Guerrero, ocurrió un sismo de magnitud 7.1 donde un muro de la calle Loma Larga en la colonia La Poza cayó sobre dos jóvenes que se encontraban platicando.
Los hechos ocurrieron en la puerta de la casa de Miguel Ángel, uno de los jóvenes que se encontraban fuera del domicilio, que junto a su vecino José María fueron embestidos por un muro de cuatro metros de altura.
De inmediato, familiares y amigos intentaron rescatarlos de entre los escombros, ya que ambos quedaron inconscientes y tuvieron que ser trasladados a un hospital
En la clínica El Quemado, Miguel Ángel fue administrado con calmantes y suero. La abuela de Miguel Ángel, menor de 14 años de edad, contó a MILENIO que su nieto, se encuentra delicado en el hospital y pide a las autoridades les apoyen porque son familias de escasos recursos.
“Del temblor que hizo tan fuerte se cayó un muro de aquí de la casa, él estaba con su amiguito aquí sentados, al bajar mi hijo de su cuarto, los vio tirados con la lámina y un poco de escombro. De milagro de Dios mi nieto se está recuperando, pero si está muy mal, la doctora nos pidió que le sacáramos unas placas y le hiciéramos estudios de la cabeza porque tiene coágulos de sangre y va a necesitar de cirugía”, dijo Gloria Ramírez Tornés, la abuela del adolescente.
Por otro lado, José María, quien iba convulsionando, también fue llevado al mismo hospital; sin embargo, no quisieron atenderlo, por lo que sus familiares decidieron trasladarlo a la clínica general Vicente Guerrero del IMSS, donde fue internado por cuatro días.
“Al segundo día a las siete de la mañana, de que lo lleve yo a las nueve de la noche, le detectaron así clínicamente, sin hacerle los estudios, por supuesto, sin hacerle los estudios, clínicamente que tenía derrame cerebral.
“Nos decían que había tantita sangre en su cerebro, y que le manaba un poquito, y mantuvimos esa lucecita de esperanza. Fueron tres noches largas, a la cuarta le tocó a mi hija sola, cuando el niño a las 4 de la mañana le detectan un paro cardiaco que ya no aguantó”, contó el abuelo, Pedro Martínez Arroyo.
Durante la noche del sábado en el domicilio de la familia, se realizaron los funerales y una misa de cuerpo presente. Ahí estuvieron, vecinos, amigos y familiares de José María, el joven de 14 años que murió por el sismo del siete de septiembre.
Hasta este domingo, ninguna autoridad se había hecho presente, la abuela de Miguel Ángel, Gloria Ramírez, reprocha la desatención y el ocultamiento de lo sucedido tras el sismo.
“Dicen que en Acapulco no pasó nada, pero si pasaron las cosas las están ocultando las personas de Acapulco porque quieren que venga el turismo. Eso es mentira porque a la vista está lo que ha pasado, el compañero de mi hijo, falleció y mi nieto también está muy mal”, reprochó.
LG