El Pueblo Mágico de Zacatlán ofrece diversas atracciones turísticas que despiertan momentos de aventura, adrenalina y diversión, junto con familiares o amigos en cualquier época del año.
Como primer punto, la parada obligatoria es el mirador de cristal, donde se podrá disfrutar de la vista incomparable de la cascada y, con suerte, de la neblina que cubre parte de este escenario natural.
La fotografía del recuerdo no puede faltar en los vitromurales, que tienen una longitud de 90 metros de largo. Se trata de cientos de cristales posicionados de forma estratégica, los cuales crean una obra de arte y que cuenta la historia de este municipio.
A una hora del centro de Zacatlán se encuentra el Valle de Piedras Encimadas, un lugar que cuidan y mantienen los originarios de Camotepec. En este espacio se ofrece un espectáculo de piedras volcánicas que se formaron hace más de 250 millones de años, las cuales despiertan el fenómeno de pareidolia, que consiste en reconocer patrones significativos “como caras o cuerpos” en estímulos vagos y aleatorios. De esta manera, se pueden apreciar formas en 60 piedras como la cara de King Kong, los enamorados, la madre amorosa, la choza de los pitufos y el portal del tiempo donde se debe pedir un deseo.
Un guía recibe a los visitantes para dar un recorrido a pie o caballo. La entrada no tiene costo y solo se otorga un donativo voluntario. Paso a paso el turista se puede adentrar a la naturaleza, ver el riachuelo y animales en espacios verdes, percibir el aire fresco y gente cálida. Además, hay áreas de campamento, tirolesa, zonas de comida y tiendas de souvenires.
En caso de tener emociones fuertes y pasión por el deporte extremo, sin duda, Zipline es la opción. Se trata de la tirolesa más grande y rápida de México, ya que en solo un minuto con 30 segundos se cruza la barranca de "Los Jilgueros", que en longitud es un kilómetro y medio y 500 metros de altura, lo que equivale a cinco veces el tamaño de la Torre Latinoamericana. No obstante, en esta experiencia la seguridad es prioridad, por lo que se brinda equipo adecuado y se firma una responsiva para después volar sobre el hermoso paisaje.
Al seguir la ruta, un grupo de productores manzaneros locales buscan conservar las 25 variedades de esta fruta en un huerto que se ubica dentro del rancho Xalpanchingo. Aquí, los productores contemplan una escuela de campesinos para que no se puedan las variedades que ofrecen a los clientes en vinos, jugos y mermeladas.
En este espacio el visitante podrá cortar las manzanas del árbol para comerlas al instante y vivir todo su proceso narrado por los propietarios de los huertos.
Por último, tras un largo día de adrenalina, en Zacatlán se encuentra un lugar para dormir bajo las estrellas. Se trata de Mandala Camp, un sitio que ofrece habitaciones con las comodidades de un hotel, pero con opción de glamping.
La temática es irreal pero la experiencia es única, ya que el turista puede disfrutar de un masaje directo en habitación, pedir tus alimentos hasta la comodidad de la cama, dar un paseo a lado de un bosque y un riachuelo, así como escuchar a la naturaleza sin ninguna distracción.
CHM