Agua Inmaculada es una empresa poblana que nació hace 19 años por una problemática de abastecimiento de este líquido en los hogares. Eymard Argüeyo, uno de los afectados por esta situación, comenzó a investigar sobre el sistema de purificación, con 200 pesos compró libros e infografías y terminó por poner en práctica su idea de un negocio, el cual hoy es una realidad a nivel internacional.
En entrevista para MILENIO Puebla, el fundador de la empresa de Agua Inmaculada relató que desde muy joven se interesó en este tema, ya que en su casa había escasez en el reparto de agua purificada, pues los camiones con garrafones solo pasaban una o dos veces al mes, mientras que en otras ocasiones el abasto era insuficiente para los vecinos de la comunidad.
Con la ilusión de ayudar a su familia a tener este líquido vital para hidratarse y preparar sus alimentos, Eymard creó un sistema compacto de purificación del agua, el cual fue la salvación para comunidades alejadas, juntas auxiliares y colonias.
“Es una empresa 100 por ciento poblana que se formó precisamente por inquietud, por la problemática que es el agua. A veces no estaba al alcance en mi casa, después me di cuenta que era para toda la colonia, ya que no pasaba el camión que repartía, había desabasto y para resolver esto investigué y creé esto”, narró.
El negocio arrancó en la capital poblana y fue aceptado por los habitantes por la facilidad de tener agua en su mesa y cocina, por lo que poco a poco se expandió a nivel nacional y dio un paso gigante a Latinoamérica.
“Hemos abierto más de mil 500 unidades en México, desde Tijuana hasta Cancún, en México y otros países de Latinoamérica, en la mayoría menos en Argentina. Exportamos los equipos de purificación porque, precisamente, Latinoamérica también tiene esta problemática del agua”, dijo.
Uno de los objetivos de este emprendimiento es que toda la economía se quede en el lugar donde se instalen los sistemas de purificación, para las personas que adquieran la franquicia y quienes trabajen con el despacho y repartición.
“En estos 19 años que fundé la empresa podemos llevar la bendición del agua a cada rincón, a lugares donde las empresas transnacionales no llegarían, o porque definitivamente la gente no tiene para pagar. Lo que hacemos es instalar estos sistemas de purificación de la misma agua que se produce en ese lugar y también se generan empleos”, finalizó.
Este emprendimiento local cuenta con sus despachadores de agua purificada en muchos puntos de la ciudad de Puebla, además de que están disponibles las 24 horas del día con sus garrafones color rosa.
AFM