Aislados de familiares, abuelitos sortean covid-19 en asilos

Aislados de sus familiares, o en el mejor de los casos, con visitas de 15 minutos, sin contacto físico y con estrictas medidas sanitarias, adultos mayores sortean el covid-19 en asilos que ya resienten la falta de apoyos.

Para evitar brotes, asilos públicos y privados de Nayarit enviaron a sus casas a los adultos mayores. (Especial)
Ciudad de México /

Aislados de sus familiares, o en el mejor de los casos, con visitas de 15 minutos, sin contacto físico y con estrictas medidas sanitarias, adultos mayores sortean el covid-19 en asilos que ya resienten la falta de apoyos y que han tenido que cerrar sus puertas a otros ancianos en situación de vulnerabilidad.

A más de dos metros de distancia y sin contacto físico, adultos mayores que viven en asilos de Veracruz reciben a sus familiares desde octubre.

Cristóbal Santos, ingeniero industrial de 71 años que laboró por décadas en la industria cementera y al final en un negocio propio, admite que extraña a sus tres hijos, aunque entiende el riesgo que implican las visitas al inmueble que comparte con más de 60 ancianos.

“Ahorita como está lo de la pandemia, no vienen; nada más podemos platicar por la ventana o la puerta… de vez en cuando se comunican por teléfono, pero no mucho”, comparte en entrevista.

Rodolfo Carmona, de 65 años, trabajó por muchos años en los muelles del Puerto de Veracruz, pero está enfermo de las piernas y tuvo que dejarlo; él es otro de los inquilinos del asilo Congra, donde no tiene familia que lo visite.

Sin embargo, añora a los catequistas: “Esta pandemia la vemos muy agotadora, yo quisiera que ya se acabara, que vengan los hermanos a predicar la palabra de Dios, ya no vienen”.

El balance en las residencias geriátricas es alentador en estados como Yucatán, pues algunos de sus 38 centros, donde no se reportan fallecimientos por el coronavirus, ya permiten visitas de hasta 30 minutos, como en el Brunet Celarain, con previa cita y el uso obligatorio de cubrebocas y careta.

De los cinco asilos y casas de retiro para adultos mayores ubicados en Quintana Roo, ninguno ha tenido contagios de covid-19 entre sus pacientes, debido a las medidas impuestas desde marzo, que incluyen el uso de uniforme especial por parte de enfermeras y médicos que tienen contacto con los adultos mayores, además de horarios para el personal de dos días de trabajo por seis de descanso.

Para evitar brotes, asilos públicos y privados de Nayarit enviaron a sus casas a los adultos mayores desde el 27 de marzo, y solo resguardan, con rigurosos cuidados, a aquellos que están desamparados.

Las residencias geriátricas de la zona metropolitana de Tampico, Tamaulipas, mantienen a raya al virus, pero no a las afectaciones económicas provocadas por la caída de donativos y ayudas.

Una situación similar enfrenta Causas con Amor, en la colonia Arenal, de Tampico, donde se las ingenian para sobrevivir a la disminución de las aportaciones de empresarios y ciudadanos de entre 60 y 70 por ciento, de acuerdo con Esmeralda Córdoba, responsable del inmueble.

El escenario se complica para adultos mayores en condición de calle, debido a que las estrictas medidas impuestas en los asilos impiden que sean recibidos en estos lugares, según el DIF Tampico.

En Tamaulipas hay 17 centros asistenciales para personas de la tercera edad, además de la Casa Hogar San Antonio, que maneja directamente el DIF. Justo en esta última, se registró un brote de coronavirus, con 22 empleados y 64 residentes contagiados.

Otra casa de ancianos que está en jaque por la falta de donaciones es El Buen Samaritano, en Culiacán, Sinaloa, que brinda refugio a ancianos abandonados; en esa entidad, con un total de 17 centros privados y uno público, algunos de sus habitantes no reciben visitas desde que inició la contingencia.

Después del contagio de seis ancianas en la residencia Nuestra Señora de Guadalupe, en Michoacán, se endurecieron los controles sanitarios en los 11 centros de ese estado; incluso, en algunos como el Miguel Hidalgo las visitas están prohibidas desde hace ocho meses.

Estos refugios de uno de los grupos más vulnerables tampoco han escapado a los contagios. En la Casa Hogar Alborada, en Baja California Sur, nueve personas se contagiaron en julio; en el Instituto Geriátrico Nicolás Aguirre, en la capital potosina, se registró un brote, con 52 casos confirmados; mientras que las autoridades de Jalisco tienen un registro de 59 residentes contagiados, y en Oaxaca, 15.

La estela de muertos también ha alcanzado a estos lugares en estados como Nuevo León, donde han muerto por complicaciones derivadas del covid 29 adultos mayores, 14 de ellos residentes del asilo Luis Elizondo, en el municipio de Guadalupe.

En la lista negra están Coahuila, con dos brotes del virus en centros geriátricos que dejaron 11 defunciones solo en el asilo Las Viñas, y Aguascalientes, con cinco personas fallecidas.

Con información de corresponsales

ledz

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