El Secretario de Seguridad de Coahuila, José Luis Pliego Corona, informó que los migrantes que no accedan a cumplir con los lineamientos legales para permanecer de manera legal en México serán deportados.
Comentó que aún hay alrededor de 250 centroamericanos que se resisten a regularizarse, por lo que al cierre del albergue pudieran ser devueltos a sus países de origen.
Recordó que el Gobierno de Coahuila contempló como medida de seguridad no permitir que ninguna persona que ingrese a la entidad permanezca en la ilegalidad, pues pondría en riesgo la seguridad y estabilidad del estado.
“En Coahuila no íbamos a permitir que ningún movimiento llegara o transitara por el estado sin estar debidamente registrado, sin haber pasado por los controles del Instituto Nacional de Migración (INM), no deseábamos tener mil 800 fantasmas, no deseábamos la dispersión y no la íbamos a permitir”, expresó.
De los mil 800 migrantes centroamericanos que llegaron a Piedras Negras se regularizaron mil 500, por lo que aún faltan alrededor de 200 y permanecen en el albergue.
El proceso de regularización implica que el INM tenga en sus bases de datos la información sobre esas mil 500 o mil 600 personas, con lo que además pudieron acceder a la Tarjeta Blanca o Visa Humanitaria, con la que obtienen el beneficio de permanecer en el país durante un año y poder trabajar en ese período en cualquier parte del país.
Expuso que de los mil 800 cerca de 700 se movieron a otras entidades, como Chihuahua, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas, 100 más fueron deportados por tener algún antecedente delictivo, entre ellos los que fueron detectados como miembros de la Mara Salvatrucha.