El 12 de agosto de 2019 en la prensa nacional apareció un desplegado dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador y firmado por Sara Valle Dessens, alcaldesa de Guaymas, Sonora, quien alertaba sobre la situación de violencia que reinaba en su municipio y que rebasaba toda autoridad.
Hablaba de los nueve policías y dos funcionarios que habían ejecutados en menos de un año al frente del ayuntamiento, y de cómo Guaymas estaba convertido en un campo de batalla y en un corredor de la delincuencia organizada junto a Navojoa, Cajeme, Empalme y Hermosillo.
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“Aparecer en unas lonas, donde está la gobernadora, la fiscal, donde está mi contralor municipal y que al mes lo asesinan, no es cosa menor. Era un llamado de: Presidente apóyanos”, recordó.
Al día siguiente en el puerto, se reunió el gabinete de Seguridad Nacional, encabezado por el secretario Alfonso Durazo, quien anunció que la Marina y el Ejército comandarían las policías municipales de los cinco municipios.
En Guaymas, asumió el cargo el capitán Andrés Humberto Cano Ahuir, lo cual trajo esperanza a la ciudadanía y tranquilidad a la presidenta municipal, quien en agosto pasado declaró a MILENIO que no sentía miedo porque estaba muy respaldada por la federación.
“El doctor Durazo no nos ha dejado de la mano y el capitán me da mucha tranquilidad por su experiencia, por su estrategia, porque es una persona que viene acompañada de 70 elementos. Entonces yo me siento tranquila”, expresó en esa ocasión.
Pero a pesar de ello, las balaceras y ejecuciones en la vía pública a todas horas no cesaron, y el jueves 10 de octubre, Sara Valle sintió el terror que cientos de guaymenses han vivido al escuchar de cerca las ráfagas de armas de fuego, cuando hombres armados dispararon frente a su casa, contra el auto de su hijo, mientras ella estaba en el domicilio de la colonia popular donde ha vivido durante 25 años.
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Tras el atentado, el presidente López Obrador, y el secretario de la Marina, José Rafael Ojeda Durán, anunciaron que como medida de seguridad analizaban la necesidad de que Valle y su familia se mudaran a instalaciones de la Cuarta Región Naval. “La estamos protegiendo”, afirmó durante una conferencia matutina.
Actualmente la alcaldesa espera que finalicen los protocolos oficiales para poder vivir con sus hijos en instalaciones de la Semar. Mientras, es custodiada por cinco integrantes de la Marina y se mueve en una camioneta blindada que le prestó el gobierno estatal.
Ahora dice tener miedo, “porque ya vi que hay balas de por medio.Sí tengo miedo, pero eso me impulsa a seguir adelante”.
RLO