Amazon abre planta frente a 'cartolandia' más violenta y olvidada de Tijuana

La planta de la empresa de Jeff Bezos, uno de los hombres más ricos del mundo, se asentó en la colonia Nueva Esperanza, sitio en donde viven personas de bajos recursos, migrantes y que además es el municipio número 1 en delitos.

Amazon creó una planta en Tijuana | Ariel Ojeda
Paola Olivares
Ciudad de México /

Jeff Bezos, la persona más rica del mundo, ha decidido abrir una planta de su compañía Amazon en el este de Tijuana. Queda frente a la colonia Nueva Esperanza, una colonia de la especie llamada cartolandia, por los cartones y láminas que reutilizan los migrantes para construir cuartos en medio del basural, donde apenas caben los humanos. Hablando de la gente, en el arroyo que rodea a la Nueva Esperanza, el Arroyo Alamar, suelen flotar restos humanos, además de que nadie sale por las tardes “porque asaltan y se despiertan los que se arponean”.

La única calle que está pavimentada es la que lleva a la entrada de la planta de Amazon | Ariel Ojeda

La Nueva Esperanza está a unos veinte minutos de la frontera con Estados Unidos, en una área conocida como el Cañón del Padre, sólo que no aparece en los mapas. Pedro Aranda, de barba y gorra blancas, llegó aquí hace 35 años, cuando los ganaderos tenían sus establos en estas tierras que vendieron de un día para otro. Pedro trabajaba para un tal Miguel García, quien lo dejaba dormir en la propiedad. Con los años arribaron más migrantes, sobre todo del sur de México, y se instalaron con pedazos de madera, cartón y hules. La colonia Nueva Esperanza había nacido.

La planta de Amazon en Tijuana creará 250 empleos | Ariel Ojeda


“Mis patrones rentaron la propiedad hace poco más de un año y yo me quedé sin trabajo ni casa, tuve que salirme con todo y los animales que compré”, cuenta Pedro, un hombre de 54 años que está dándole de comer a unos marranos, cuyo chiquero queda pegado a la barda que construyó Amazon para limitar los 32 mil metros cuadrados de la planta.
“Contrataron a mucha gente para limpiar todo el terreno de los García. Empezaron a hacer naves y a meter maquinaria. Se aventaron más de un año emparejando porque aquí, como es arena y como eran establos, tuvieron que meterle mucho dinero. Trabajaban las 24 horas”, abundó.
Pedro Aranda ha vivido en la Nueva Esperanza desde hace 35 años | Ariel Ojeda

La Nueva Esperanza despide un olor a basura quemada y las callejuelas son un lodazal durante las lluvias. La única calle que está pavimentada es la que conduce a la entrada de la planta de Amazon, una mole de concreto pintada de blanco en donde trabajarán las 250 personas “con prestaciones superiores a la ley, como seguro de gastos médicos, seguro de vida, fondo de ahorro y bono de alimentación”.

En los muladares de la colonia, los perros cazan pedazos de huesos que huelen a podrido. Por eso mismo se hicieron virales las fotografías que publicó la agencia Cuartoscuro hace apenas unos días: por haber retratado el triunfo del neoliberalismo más salvaje en el municipio número 1 en delitos, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

La colonia Nueva Esperanza es una de las más peligrosas del sitio | Ariel Ojeda

Las cartolandias de Tijuana son asentamientos de miseria que los migrantes levantan de la noche a la mañana, por lo regular, alrededor de los parques industriales, donde las maquiladoras pagan 213 pesos al día.

Álvaro Gómez y Teresa Gutiérrez, su esposa, son originarios de Chiapas y, desde hace un par de años, viven en la Nueva Esperanza. La entrada de su casa es por un tétrico pasillo atestado de plantas. Al fondo está la reducida cocina donde sobresalen tres mini refrigeradores y de los cuales sólo sirve uno. En ese guarda tres salchichas y una botella con jugo artificial. Y aunque es de día, el único foco que hay en el cuarto está encendido porque no hay ventanas. Para acceder a otros mundos menos infelices, Álvaro y Teresa prenden su pantalla plana de 40 pulgadas.

Álvaro Gómez y Teresa Gutiérrez son originarios de Chiapas y desde hace un par de años viven en la Nueva Esperanza | Ariel Ojeda

Ambos trabajan de noche y justo en este momento se están enterando de que la mole que les arrebató la vista al cerro es una planta de distribución de Bezos, el hombre que empezó la pandemia con 113 millones de dólares y hoy tiene 178 mil millones, un 57 por ciento más.

“Hay gente que cree que es una tienda de Amazon”, dice Álvaro y enseguida cuenta que ruega porque el ayuntamiento de Tijuana regularice sus predios. “Queremos agua y luz, pero estaríamos más agradecidos con los empresarios si nos ayudan con la delincuencia. Aquí no se acerca nadie a preguntar ni a investigar ni a ayudar. Aquí la policía nunca viene”.

Álvaro y Teresa son de los vecinos que no sólo ignoran que los empresarios nunca ayudan a nadie. Tampoco saben si serán o no desalojados con la llegada de Amazon.

“Estamos conscientes de que vivimos en un asentamiento irregular, aunque la mitad de nosotros paguemos predial”, dice Álvaro. “Lo ideal es que el ayuntamiento nos regularice”, tercia Pedro. “Que nos echen una manita y nos den facilidades para pagar el terreno”.

La colonia está a 20 minutos de la frontera con Estados Unidos | Ariel Ojeda

Amazon no es la única empresa que ha instalado una planta en la zona, pero sí es la que única que colinda con Nueva Esperanza. Esta área de maquilas es conocida como el Parque Industrial Real Estate Management and Services Group y hay fábricas de las compañías Pacific World, Norma Group, Sanko, Safariland, Tecma, Npa de México, Jabil, XB Fullfilment y Avantti Medi Clear.

Para el gobierno municipal, la llegada de Amazon contribuye a la recuperación económica | Ariel Ojeda

Para el gobierno municipal, la llegada de Amazon “contribuye a la recuperación económica y da constancia del equilibrio financiero en el que se encuentra el ayuntamiento”, dice el comunicado donde se anunció la apertura de planta para el 22 de septiembre.

Hace una semana, el día 9, la alcaldesa Patricia Ruiz ofreció una entrevista a medios locales y ahí se quejó de que no haya repercusiones jurídicas para quienes se instalan en asentamientos irregulares. “Yo creo que es bien fácil invadir en Tijuana porque no hay consecuencias. Si tú invades no vas a la cárcel”.

Las familias que habitan en la zona son de bajos recursos | Ariel Ojeda

MILENIO buscó a las autoridades municipales para saber si hay algún proyecto de reubicación para los habitantes de la Nueva Esperanza o si tienen contemplada la vinculación de la empresa con la comunidad como parte de su “responsabilidad social”. En un principio daría respuestas el secretario de Desarrollo Económico (Sedeti), Gabriel Camarena, pero al llegar al Palacio Municipal cancelaron la entrevista.

También se buscó a Amazon México. Su respuesta fue un comunicado donde se lee, entre otras cosas, que “desde su llegada a México, Amazon ha generado más de 15 mil trabajos a lo largo del país; ahora añadiremos 250 en Tijuana”.

La empresa también envió a este diario un video promocional con la maqueta del proyecto. En ningún momento se observa colonia alguna alrededor de la planta.

La Nueva Esperanza despide un olor a basura quemada | Ariel Ojeda


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