Las viudas y familias de los mineros que quedaron atrapados en Pasta de Conchos, confían en que el gobierno federal y el presidente Andrés Manuel López Obrador haga lo necesario para que los cuerpos sean rescatados.
Claudia Maricela Escobar, viuda de Raúl Villasana, trabajador que murió en la mina apenas a los 33 años de edad y con tres hijos, manifestó que aunque no hay aún un resultado concreto, en tres semanas más les podrán compartir el estudio geológico realizado sobre la mina 8, por expertos.
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"Cuando se piensa vuelve uno a vivir la desesperación e impotencia y aparte el enojo, porque después nos dimos cuenta de que el accidente había sucedido a las dos de la madrugada y a nosotros nos avisaron hasta la diez de la mañana. Te da mucha desesperación y coraje porque te dices: Yo dormida en mi casa mientras todo lo que estaba sucediendo. Fue un dolor muy inmenso y grande para todos nosotros", compartió.
Como si el tiempo se hubiera detenido, Claudia se vuelca en el recuerdo. El día del siniestro llegó a la entrada de la mina y ya habían decenas de familias a las que les negaron el paso, hasta cuando llegó el entonces gobernador Humberto Moreira, fue que se levantó la pluma de acceso, pero todo era un caos.
"No nos dejaban el paso para entrar a la mina, hasta como después de dos horas llegó el gobernador y él abrió la pluma para que todos pasáramos, pero la gente iba desesperada porque no teníamos ninguna noticia".
Catorce años después de la tragedia
A 14 años de la tragedia y tras la orden que dio AMLO, para que iniciaran los trabajos previos al rescate, las familias siguen a la espera.
"No hay nada en concreto, todavía no nos dan un resultado pero estamos esperando buenas noticias, confiamos en que están haciendo todo lo posible para hacer el rescate. Ahorita hablé con el señor Alejandro Salafranca, y él nos dice que aproximadamente en unas tres semanas nos darían el resultado de los estudios que hicieron los geólogos y que ya nos van a decir cómo se va a hacer".
Para Claudia, el que se entreguen los cuerpos les permitiría cerrar ciclos, pues no vivieron un duelo y los hijos se siguen preguntando ¿cómo murió? y ¿dónde quedó el cuerpo de sus padres?
"Todavía hasta la fecha ellos (sus hijos) me dicen que quisieran tener un lugar, me preguntan porque pasó eso y me dicen que es triste no tener un lugar a dónde mandarles flores, porque venimos a la mina pero aquí no nos dejan entrar siempre".
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