Con 86 años de edad y con el ánimo de mantenerse activo, Anastacio Guerra Pavian, habitante de la comunidad de Juchitán en el Istmo de Tehuantepec, comenzó a elaborar artículos madera cuando tuvo que dejar el campo para recuperarse de una cirugía.
“Me dijo el doctor que ya no voy a ir al rancho, ya no voy a hacer nada para cargar una cosa o machetearla o partir leña”.
Decidido a no quedarse en cama, convirtió su recuperación en la oportunidad para mantenerse activo, poniendo en práctica lo aprendido durante su juventud, transformar los “morros” en artículos de uso diario, en cucharones.
“Hago estos movimientos para que se quite todo lo que tengo que pensar, mejor estoy contento con ese trabajito que estoy haciendo”.
Inicialmente, Anastacio Guerra desarrolló estos cucharones para que los utilizaran en su casa.
Gabriela Guerra, hija de Anastacio, explicó a MILENIO que al ver los cucharones que hizo su papá, se le ocurrió tomarle unas fotos y subirlas a sus redes sociales.
“Ese día se acabaron los que él realizó y hubo unas amigas, conocidas, también que me pidieron más, entonces yo le dije a él que tenía que hacer más para que pudiera entregarlos”.
A sus 86 años, Anastacio Guerra invita a todos los adultos mayores a realizar todas las cosas que a ellos les gusten, eso les dará felicidad y ganas de vivir cada día.
VJHM