"Aquí todos somos camaradas", señala vendedor ambulante en Tampico

"Yo vendo paletas desde muy chamaco, hace como cincuenta años, he andado en Tampico Alto, La Ribera, el 100, Tamos, la playa, en todos lados".

"Aquí todos somos camaradas", señala vendedor ambulante
Sergio Sánchez
Tampico /

A través del tiempo, de la historia, Tampico ha tenido personajes de singular simpatía que con su esfuerzo, trabajo y también su picardía, hacen que la vida de los demás sea más llevadera.

El escenario es una de las calles de la zona de los mercados. A lo lejos suena una chicharra que al ser accionada atrae a la gente que va y viene por las aceras; es Juan Javier, un vendedor ambulante de paletas de hielo que se ha ganado la clientela por una razón, hacer sonar su chicharra seguida del canto ¡La del moño colorado!

"Yo vendo paletas desde muy chamaco, ¡uuuuy, hace como cincuenta y córrele!, he andado en Tampico Alto, La Ribera, el 100, Tamós, la playa, en todos lados".

Juan viste pantalón café, chanclas negras, gorra y playera de Los Tigres. Nació en Torreón, Coahuila, pero a los tres años su madre lo trajo a esta ciudad hace ya 59 años.

La albañilería la ejerció por muchos años, pero ahora se dedica a la venta de helados y paletas, lo que le ha dado para vivir al día, "pal papeo nomás". Este producto es de la paletería pero también cargo frituras, es un negocio mío para ayudarme: rancheritos, cacahuates, palomitas, chicharrones de harina".

Mientras Juan Javier, platica, la gente sale a su encuentro para comprar paletas y nieves. "¿A cómo son las nieves?", "Son a 25 pero se la dejo en 20", dice con singular simpatía.

" Aquí todos somos camaradas creo que todos debemos ayudarnos el uno con el otro, si yo le voy a comprar a otra persona por allá, pero aquí tengo a mi hijo que anda medio sufriendo, mejor le ayudo al que lo necesita, así debe ser esto, ayudarnos siempre".

Hace una pausa para accionar de nuevo la chicharra mientras los acalorados clientes empiezan a llegar para adquirir una paleta que les refresque.

"Hay de guanábana, hay de limón, hay de taramindo, de melón, de mango, hay de ciruela de jobito, hay de piña para la niña, tutifruti". En su trayecto, un par de ciudadanos pasa en una camión y le preguntan "Jefe, ¿Trae de tequila?", Juan sonríe y contesta "¡Claroooo!, traigo de tequila y de caguama pero esas ya se me acabaron".

A las 9:00 horas, inicia su lucha diaria, surte el carrito de paletas y mientras recorre las calles de la ciudad con su peculiar forma de acaparar la atención de la gente, haciendo sonar su chicharra, dar unos pasos de baile mientras canta "¡la del mooooño colorado, me trae toooodos el día mareado!


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