Ulises Matamoros Ascensiónes un artista plástico originario de la Mixteca poblana, en específico, de Santa Inés Ahuatempan, comunidad donde prevalece la cultura y lengua ngiba o popoloca, y cuyas raíces indígenas lo inspiraron a realizar una fusión con el arte para mostrarle al mundo parte de su vida y tradiciones.
En entrevista para MILENIO Puebla, el artista mixteco manifestó que desde muy pequeño mostró un gusto por la expresión a través del dibujo, creaciones o figuras. Relató que su infancia fue un tanto difícil sin la figura de su madre, quien tuvo que migrar a los Estados Unidos para así obtener ingresos y que él pudiera estudiar, por lo que fue criado por sus abuelos quienes son hablantes de la lengua ngiba.
“Siempre he tenido como una necesidad de crear, de expresarme a través de diferentes medios, desde pequeño con el dibujo. Cuando crecí, por la falta de información, no sabía que había una rama profesional como el arte o que se podía vivir de lo creativo, pero creo que son importantes los maestros. Un maestro muy querido de la secundaria nos daba educación artística y ya en retrospectiva, estoy seguro que a partir de esa clase, de Luis Fernando Pérez Ake, cambió mucho el rumbo de lo que quería a través del acercamiento con el arte”, dijo.
Señaló que uno de sus primos lo ayudó a ingresar a la Casa de la Cultura en el municipio de Atlixco para desarrollar sus habilidades, hasta que decidió estudiar diseño gráfico; sin embargo, tras varios meses de haber comenzado con esta aventura, en 2004 decidió migrar artes plásticas en la Escuela Libre de Diseño y Artes de Puebla, algo que no convenció al 100 por ciento a su familia.
“Por buena intención me decían todos, mi madre también: ‘eso no te va a dar dinero, te vas a morir de hambre, estudia una ingeniería o algo que te dé de comer, no esas cosas; eso déjalo como un hobby’. Lo catalogaron así, incluso mucho tiempo después, cuando ya estudiaba arte, siempre lo identificaban como hobby. Cuando terminé la carrera me decían lo mismo, que trabajara de verdad”, refirió.
Sin embargo, Ulises nunca se rindió y su primer reconocimiento lo obtuvo con su certificado en teoría crítica por el Instituto de Estudios Críticos de la Ciudad de México en 2014. Desde ese momento supo que quería mostrar a todos sus raíces a través del arte.
Por ello, Ulises se abrió camino y despegó al ser premiado con el Fondo de Apoyo a la Producción Artística y obtuvo una mención honorífica. Además, fue acreedor al programa de patrocinios para la investigación artística de Fundación Jumex en 2020 y también Jóvenes Creadores de la Secretaría de Cultura federal. Hasta el momento ha participado en más de 50 exposiciones entre colectivas e individuales, en Latinoamérica, Estados Unidos de Norte América y Europa.
Sus proyectos más destacados son el "Monumento a los mártires", "Cuando surge la tormenta", "Lamento de los mártires", "Los tiempos de nuestra lengua", "Chesenthajni", "Obra negra casas de migrantes", "Voz ngiba", "Proyecto para un plan nacional de desarrollo", "Renovando", "Petates", "Híbridos" y "Apartamento verde".
AFM