Barrio del Alto, espacio donde nació el trazo de la ciudad de Puebla

En 'El Alto' se celebró la misa de la fundación de la ciudad el 16 de abril de 1531.

Barrio del Alto en Puebla | Andrés Lobato
Rafael González
Puebla /

Después de la fundación de Puebla distintos grupos indígenas se establecieron en diversos puntos de la ciudad, para lo cual utilizaron como límite natural el río San Francisco, también conocido como Almoloyan, “Agua que brota”. Entre ese afluente y el Xonaca nació el primer barrio: El Alto.

Barrio del Alto en Puebla |Andrés Lobato

Sus primeros pobladores fueron, principalmente, mixtecos y se asentaron en los llamados Altos del Convento de San Francisco, por lo que el barrio fue nombrado El Alto. Se conoce con ese nombre desde 1615, época en la cual solo vivían unos diez españoles, según plasmó Hugo Leicht en su libro "Las calles de Puebla".

En 1591 se concedió una licencia para construir portales en la plazuela del sitio, por lo que enfrente del espacio se edificó El Portalillo, el cual fue el primer ayuntamiento de Puebla. Se dice que con esta construcción, de arcada triple, inició el trazo de las calles de la ciudad.

Barrio del Alto en Puebla |Andrés Lobato
“También fue ministerio público, después fue vecindad y luego estuvo la pulquería La Estocada. El barrio estuvo lleno de cantinas y pulquerías. Le puedo mencionar La Mixteca, Los Caprichos, Don Fernando, La Perla y La Oreja de Oro”, narró Juan Flores Jiménez, quien nació y siempre ha vivido en esta zona.

El hombre de 64 años narró que en su infancia se desempeñó como lustrador de calzado y para cumplir con esa encomienda, tenía que cruzar el río de San Francisco, para lo cual aventaba su cajón y brincaba el arroyo. Después, “me tocó ver cuando lo entubaron y tengo fotos”, marcó.

Entre sus memorias, señaló al estanque que existía donde actualmente está asentada la Cruz Roja: “Ahí cargaban las pipas de agua”.

En tanto, Ignacio Pérez González, quien tiene 65 años de edad, de los cuales poco más de 50 los ha transcurrido en El Alto, recordó que cuando llegó a vivir a la 18 Oriente, entre la 14 y 16 Norte, todas las vecindades estaban ocupadas: “(Ahora) Más de la mitad están vacías y las calles subsecuentes, también”. Otro detalle que tiene presente es el gran número de lavacoches que laboraban en el parque de San Francisco: “Eran muchísimos, ahora quedan muy pocos”.

Primera parroquia de la ciudad

En El Alto se celebró la misa de la fundación de la ciudad el 16 de abril de 1531, en los terrenos de lo que actualmente es la Parroquia de la Santa Cruz, la cual se empezó a construir el 10 de abril de 1693 y finalizó el 22 de marzo de 1714, por lo que se convirtió en la primera.

Barrio del Alto en Puebla |Andrés Lobato

Asimismo, contó con la primera capilla: Ecce Homo, en la 14 Norte y 8 Oriente, misma que fue concluida en 1542. Durante nueve años fungió como parroquia, ya que el 19 de febrero de 1693 se trasladó a la Capilla de los Españoles, dedicada a santa Elena, que hoy es la antisacristía de la Iglesia de la Cruz. Ecce Homo sustituyó a la ermita original edificada en el siglo XVI y dedicada a la Santa Cruz, por lo que fue llamada La Cruz de Tecpan o La Cruz de los Mestizos, porque estos la construyeron.

Pérez González lamentó que ante la desbandada de los pobladores muchas de las actividades que dejaron de realizarse, lo que provocó que hasta los templos cerraran, un ejemplo de ello es La Balvanera de María Auxiliadora.

Barrio del Alto en Puebla |Andrés Lobato

Con nostalgia, mencionó que dejaron de celebrarse los festejos del 3 de mayo en la Iglesia de la Santa Cruz: “Hace como 20 años hubo un accidente de un niño que cayó de la Rueda de la Fortuna y de ahí para acá se fue perdiendo”.

Acotó que a partir de la habilitación de Casa Aguayo como la sede del gobierno estatal disminuyó la festividad. Vale mencionar que este inmueble debe ese nombre por su dueño original, Juan Martínez de Aguayo.

Mercado, un sitio de alegría

Pérez González indicó que dentro de esta dinámica de cambios, el mismo mercado José María Morelos, mejor conocido como el mercado El Alto, ubicado en la 14 Oriente y 14 Norte, se transformó de centro de abasto a un espacio para la venta de alimentos y, después, llegaron los mariachis, quienes actualmente ofrecen sus servicios en la plazuela.

Barrio del Alto en Puebla |Andrés Lobato

Cabe destacar que esta modificación se dio en 1986, previo a la celebración del Campeonato Mundial de Futbol que albergó nuestro país. El propósito era que los visitantes tuvieran en un solo sitio la posibilidad de adquirir y consumir las comidas y antojitos típicos de Puebla.

“Vendían verduras, carbón, arreglaban camas de latón. El mercado se vino abajo cuando construyeron el (mercado) Hidalgo, el Morelos, etcétera (...) y se inauguró el 16 de septiembre de 1930”, precisó Juan Flores, quien añadió que ha presenciado tres remozamientos al inmueble.

Para 1641, en los censos se asentó que además del convento de San Francisco, El Alto se componía de 31 manzanas irregulares. Antes eran 41, pero al cerrarse varios callejones el número se redujo.

La manzana más grande era llamada de los Tivolis, que se componía de las calles: De Adán, al norte; De los lavaderos de Almoloya, al oriente; De la Agua Santa, al sur; y del Paseo de San Francisco, al poniente. Estaba cortada por dos callejoncitos que la dividían en tres partes.

“Por ahí había una pulquería que se llamaba Los Gavilanes. En la 22 había otra pulquería que se llamaba La Atrevida. Hubo muchas pulquerías por la zona, después ya no. Dejaron de existir”, expresó Pérez González. En la Plazuela del Alto estuvo la casa del obispo Diego Osorio de Escobar y Llamas. En ese sitio se estableció El Curato.

Aguas en el Alto

De igual forma, Juan Flores evocó que hace más de 15 años dejó de operar el baño público Tres Marías, ubicado en la calle 16 Norte 1805: “También estaba el Baño Chiquito, que se localizaba a una cuadra y que desapareció a finales de la década de los 70. Era muy famoso en aquella época. Tenía su temazcal”.

Barrio del Alto en Puebla |Andrés Lobato

Con nostalgia mencionó que todo se ha transformado, “por ejemplo, antes el bulevar Xonaca no existía. Ahí hacían tubos para drenaje”. Orgulloso, presumió que logró ver en funcionamiento a los Lavaderos de Almoloya, ubicados en la 10 Norte 1402, correspondientes al siglo XIX: “Iban a lavar su ropa e incluso bañaban a los niños ahí”.

Acotó que a un costado del Paseo de San Francisco, junto a los Lavaderos de Almoloya, estaban los Baños de San Juan Bautista, que se fundaron en 1897. Famosos porque fueron los primeros en Puebla que manejaron el concepto de baño turco y regaderas con agua caliente. Además de que llegaron a tener su propia alberca. Estos también dejaron de operar y ahora son un estacionamiento público.

Sus calles llenas de vida

Don Ignacio es el propietario de la tienda “La Chiquita”, que suma más de 50 años de operación. “Primero estuvo en aquel local 32 años; y aquí, ya llevamos 23 años”.

Barrio del Alto en Puebla |Andrés Lobato

Sentenció que las primeras cuadrillas de huehues en Puebla fueron las del barrio, mismas que en Semana Santa bailaban el lunes y el martes, y de ahí se remataba el domingo con una comida: “En esa casa, que ahora alberga al INE, llegaron a bailar hasta cien huehues o más”.

Informó que en su juventud la 14 Oriente era la carretera principal, por la que transitaban camiones que iban a Xonacatepec, Tecamachalco, Tepeaca o Veracruz.

“Era de doble sentido. Pasaba el Garita, el América, el Remedios, el Central, el Parral, que era un camión que nada más le daba la vuelta, llegaba hasta la 11 (Norte) y de ahí hasta la otra 11 (Poniente) y bajaba por el Hospital de San José, era un cuadrito, por eso le decíamos El Parralito. ¡Ah! Y también pasaba el Xonaca, aquí a la vuelta”.

En esta versión coincidió Juan Flores: “Entonces decían: “te espero en El Alto, donde paran todos los camiones”. Acá pasaban los camiones para Tehuacán, Amozoc, Tepeaca. Aquí paraban y era de doble sentido. Era el camino principal”.

Barrio del Alto en Puebla |Andrés Lobato

El barrio está atravesado por una amplia calle que dividida en dos se llamaban Primera y Segunda Calle Nacional del Alto, que termina en el puente de mampostería que está sobre el río Alseseca y que se llama de Noche Buena.

Don Juan vivió en su infancia mero enfrente del mercado, por lo que conoció la fuente de San Juan de Dios, que actualmente está en el barrio del Artista. Mientras, Flores Jiménez refirió que Casa Aguayo era conocida como La Marranera, porque originalmente fue un almacén de granos y estadía para ganado porcino. En 1830 se ocupó para los Baños Armenta y fue usada para hospedar veteranos del Ejército Mexicano y cuartel de la Batalla del 5 de mayo, pero después fue vecindad.

Por último, como todo barrio viejo, El Alto también tiene sus historias y leyendas, una de ellas se escenificaba en el puente de Nochebuena, donde actualmente se localiza el Teatro Popular José Recek Saade, donde la gente aseguraba que en las noches se escuchaba a la Llorona. Por ese motivo, a la calle más cercana le llamaban “La Quebrada”.

AFM

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