Los lanzamientos de la Starbase alojada al sur de Texas, a las afueras de Brownsville en Estados Unidos, dejaron toneladas de basura espacial en Playa Bagdad, la primera del lado tamaulipeco, pero también en el fondo marino.
La Starbase está en el área natural protegida binacional Laguna Madre y Delta del Río Bravo, y ha impactado el territorio considerado por la Ley de Conservación de Humedales de América del Norte, parte de la red hemisférica de reservas para aves playeras, cuyas actividades ponen en riesgo al ocelote, tortugas marinas, manatíes y aves.
Ahora por primera vez hay evidencia: socavones y restos del cohete Starship 8 de Elon Musk fueron detectados en el fondo marino de Playa Bagdad, durante una expedición realizada el 5 de noviembre por personal del Centro de Investigación y Desarrollo en Ingeniería Portuaria, Marítima y Costera (Cidiport) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, a solicitud de la organización Conibio global.
La expedición marina se realizó en el área donde una plataforma extranjera fue detectada en julio, retirando restos del cohete espacial de la compañía SpaceX, a tres kilómetros de la Starbase, a 20 de la línea fronteriza y a 21 de la población más próxima en Playa Bagdad, en Matamoros, Tamaulipas, señaló Elías Ibarra, presidente de la organización Conibio Global.
“Logramos crear un mapa tridimensional, encontramos los tres socavones o cavidades que esta plataforma generó al incrustarse en el fondo marino y que causó un daño irreversible al fondo marino, al lecho marino, ya que hay especies que solamente habitan en el fondo y que estas tres cavidades tienen una profundidad entre un metro hasta dos metros de profundidad y una circunferencia de 15 metros”, dijo en entrevista con MILENIO.
Además de la huella de la plataforma, el equipo de investigadores también encontró un cuarto socavón, que, presumen, corresponde al impacto y explosión del propulsor, ya que alrededor del punto también se encontraron estructuras metálicas que van desde los dos a 10 metros de largo.
“Tenemos también unas zanjas alargadas, que fue donde esta plataforma arrastró los motores en el fondo marino antes de subirlo forma y quedaron estas señales”.
Con base en dichos hallazgos, la organización presentó una denuncia formal ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para que inicie una “investigación sobre la incursión no autorizada de la plataforma extranjera y la remoción ilegal de basura espacial en territorio mexicano”.
Además, demandan que se realice una evaluación técnica de los daños ecológicos al fondo marino y al ecosistema costero, ya que “los residuos se han esparcido por la playa en zonas de anidación de tortugas marinas y hábitat de aves marinas tanto residentes como migratorias”.
Conibio global también demanda que se establezca coordinación binacional con las autoridades ambientales de los Estados Unidos para determinar responsabilidades y prevenir nuevos incidentes.
Con fotografías, videos y reportes técnicos, la organización encabezada por Elías Ibarra ha documentado desde 2024 la llegada de restos metálicos y plásticos en Playa Bagdad, que, presumen, se trata del sistema contraincendios interno o de propulsión del booster de los cohetes Starship.
En julio, documentaron el ingreso a aguas mexicanas de una plataforma de origen estadounidense identificada visualmente con la matrícula “L/B JILL”, la cual realizó maniobras de extracción de desechos espaciales sin autorización federal mexicana, como lo confirmó el secretario de Marina en la conferencia matutina del 23 de julio de 2025.
Delfines muertos y basura espacial en playa Bagdad
El pasado 15 de octubre, Conibio Global reportó el hallazgo de dos ejemplares de delfines muertos junto con restos del cohete como el tanque de propulsión y trozos plásticos en 20 kilómetros sobre la Playa Bagad, en Matamoros, tras el undécimo vuelo de prueba del cohete Starship de SpaceX y su amerizaje en aguas internacionales.
Junto con personal de la Profepa, Elías Ibarra, que además de encabezar la organización Conibio Global se desempeña como médico veterinario, llevó a cabo la toma de muestras del delfín nariz de botella, como cráneo, corazón, hígado, pulmón, y tejidos de piel enrojecidos, “que nos dan información que posiblemente se puede tratar de quemaduras por explosión”, lo que fue enviado a la Facultad de Veterinaria la Universidad Autónoma de Tamaulipas que se encargará de realizar la necropsia correspondiente.
“Nuestra teoría es que probablemente fue una muerte por el impacto directo del cohete, por la explosión, y porque justamente está llegando con la basura espacial; recordemos que las explosiones son muy grandes, son 200 toneladas de combustible, que obviamente esto genera un impacto negativo al arrecife de esta zona, a los grupos de peces, a las especies de aves migratorias y a nuestro programa de conservación de tortugas Lora, y ahora a los delfines que reportamos”.
El 24 de agosto, protectores de tortugas marinas en playa Bagdad de Tamaulipas, realizaron una protesta en aguas del Golfo de México, ante el lanzamiento del cohete Starship 10 desde la base estelar de SpaceX, situada al sur de Texas en la frontera con México, cuyos lanzamientos anteriores dejaron toneladas de basura espacial en la zona.
De norte a sur, Playa Bagdad es la primera playa mexicana por el lado del Golfo de México. Apenas hace ocho años, las tortugas lora comenzaron a llegar a la zona para anidar debido a los cambios en la temperatura de los océanos; desde entonces, la organización Conibio Global se ha dado a la tarea de procurar su protección, de ahí la preocupación de que las acciones de SpaceX repercutan en el medio ambiente de la región, pues este es el año con mayor número de anidaciones reportado.
EHR