Con una historia que incluye motines y el decomiso de drogas, armas, equipos electrónicos, dinero en efectivo y objetos no permitidos, el Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel, en Puebla, vuelve a estar en la mira debido al hallazgo del cadáver de un bebé el pasado 11 de enero.
Con una capacidad máxima para 2 mil 100 internos, el Cereso actualmente tiene una sobrepoblación de 40 por ciento, con más de 3 mil reclusos masculinos y al menos 350 mujeres, y además enfrenta una serie de señalamientos por su déficit de seguridad y control.
El ejemplo más reciente de la crisis que atraviesa el llamado Cereso, fue el hallazgo, el pasado martes 11 de enero, del cuerpo de un bebé en los contenedores de basura de la prisión, el cual tiene una incisión en su abdomen.
La asociación civil Reinserta criticó la complicidad de las autoridades en el autogobierno que permea en el centro, pues aseguró que están rebasadas por la corrupción y otros delitos como cobro de lista, el ingreso de sexo servidoras y la manufactura de droga.
“El penal de San Miguel es conocido por su autogobierno; tan sólo el pasado 6 de diciembre un preso fue brutalmente asesinado y el 28 de diciembre se registró una riña entre internos”, puntualizó el organismo.
“Cómo puede ser que las autoridades no se hayan dado cuenta que ingresó un menor muerto o vivo y que nunca egresó del penal, entonces dónde están los protocolos de ingreso de los niños que están adentro, quién ve que los niños que están adentro de la cárcel estén en un ambiente sano, controlado” cuestionó.
En un comunicado, Reinserta refirió que en ese mismo penal se han encontrado cadáveres embolsados de perros que utilizan para peleas clandestinas y condenó la actuación de las autoridades de Puebla, en especial al gobernador Miguel Barbosa Huerta, “por su incapacidad absoluta de mantener el control de un penal en el cual, pasó por desapercibido el asesinato de este bebé”.
En tanto, la Fiscalía General del Estado(FGE) ya inició las investigaciones correspondientes, a la par que internos del penal señalan que se han intensificado los filtros de seguridad e incluso se han realizado rondines en las celdas para dar con el responsable.
Desde su creación, la prisión ubicada en el kilómetro 2.5 de la carretera Camino al Batán, de la junta auxiliar Lomas de San Miguel ha tenido diversos problemas. Tan sólo el pasado 6 de diciembre, un interno recién fue golpeado hasta la muerte por otros compañeros que intentaban extorsionarlo, el crimen ocurrió una semana después de que desatara un motín en el dormitorio L, zona controlada por Sergio Contreras Chávez.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reveló a principios de 2021 que en la cárcel se organizaban "celebraciones" con la autorización de las autoridades penitenciarias los fines de semana de 2019, donde prostituían a las internas en un entorno controlado por el narcomenudeo y el cobro de diversas cuotas.
EHR