Bomberos de Huejutla llevaron a cabo una operación de rescate para capturar una boa constrictora de un metro con 20 centímetros en una vivienda particular de Las Pilas, comunidad perteneciente a Chalma, municipio veracruzano que colinda con Hidalgo.
El reptil fue descubierto en los tubulares de una cerca de la propiedad de un vecino de la localidad, según informaron los rescatistas.
Los rescatistas aprovecharon la oportunidad para hacer un llamado a la población en general a no matar a este tipo de reptiles, ya que desempeñan un papel importante en el control de roedores que pueden causar daños significativos en los campos de cultivo de la región.
La boa constrictora será trasladada al área de Biología del Tecnológico Nacional de México campus Huejutla, donde será examinada y puesta en condiciones óptimas antes de ser liberada en su hábitat natural. Este proceso garantiza la seguridad del reptil y su reintegración al ecosistema local.
¿Las boas constrictoras son venenosas?
La boa constrictora, es un reptil que varía su apariencia según su hábitat. Con colores que van desde el marrón hasta el amarillo, y patrones crípticos que incluyen líneas, óvalos, diamantes y círculos, se camufla hábilmente para acechar a sus presas.
A pesar de su imponente aspecto, las boas constrictoras no son venenosas; en cambio, emplean su poderoso cuerpo para asfixiar a sus presas antes de devorarlas lentamente.
Estas serpientes son excelentes nadadoras, aunque prefieren tierra firme y suelen habitar en troncos huecos o madrigueras abandonadas por mamíferos.
Con una longitud que puede superar los 4 metros y un peso que sobrepasa los 45 kilos, las boas constrictoras son verdaderamente impresionantes en tamaño y fuerza. Su presencia en los ecosistemas es crucial para mantener el equilibrio natural y controlar las poblaciones de roedores.