El flujo de migrantes a la frontera de Coahuila con Texas no cede, ya que ni la colocación de las boyas, púas, operativos terrestres y aéreos del gobierno de Estados Unidos impide que grandes cantidades de mujeres, hombres, niñas y niños entre al país.
La disputa legal entre el gobierno de Estados Unidos y de Texas, prolonga la presencia de 350 metros lineales de las ahora llamada “Boyas de la Muerte” colocadas en el Río Bravo y que cobraron la vida en recientes fechas de un joven y un niño, como parte de un programa piloto para impedir el ingreso de migrantes.
Las medidas tan extremas del gobierno de Texas, son adversas a las acciones de los agentes de la Custom and Border Protection y de la Guardia Nacional, quienes privilegian entre estos grupos a las mujeres y niños, familias que acuden completas y cruzan el Río Bravo.
Los grupos de hasta 180 migrantes por día no dejan de llegar, ingresan a pie a Piedras Negras, acuden a la casa del migrante y horas después se internan en la parte más baja del río.
Roberto Sánchez es el cargado del rancho “Don Ramiro”, es ahí donde por día decenas de migrantes llegan, se alistan para cruzar, dejan todas sus pertenencias y se enfrentan a los cinco minutos más peligroso, cruzar el Río Bravo, aunque para Roberto las boyas de nada sirven.
“Yo digo que de nada les sirven por que la gente sigue entrando y entrando, no sé qué tanto tardarán, pero se va ver ahí el cruzadero verdad”.
Dos kilómetros río arriba en la colonia Morelos, se localiza la casa del migrante “Frontera Digna”, es ahí donde la hermana Isabel Turcios, perteneciente a la red franciscana para migrantes, junto con la organización “Médicos sin Fronteras” asisten día y noche en el último tramo de trayecto, son estas organizaciones que ahora señalan que cada ves son más las familias completas que cruzan.
“Más entran mujeres con niños o familias enteras, esa gente las procesan por qué van con niños, se puede decir que el paso de un migrante es un niño”.
Esta nueva tendencia, de grupos con niños se ha percibido segundo organismos internacionales de ayuda desde finales de 2022.
“Con este otro sistema que tenemos es muy demorante, la CBP One es muy demorante, casi son pocos los migrantes que podemos decir que les sale una cita para poder entrar”.
Se calcula que menos de un diez por ciento de estos grupos que cruzan logran el asilo político.
Las familias que aquí acuden son de Venezuela, Honduras, Ecuador, Nicaragua, El Salvador, Colombia, África, Rusia, China, Cuba, Bangladesh, Turquía, Ucrania y Haití.
“Yo tenía fe que con todas estas alambradas, estas boyas y quitar el título 42 y poner el ocho yo dije la migración se va detener y la migración no se ha detenido”.
Tan sólo este lunes, un grupo de cien migrantes cruzó el río, se topó con agentes de Estados Unidos que rápido se movilizaron pero la presencia de niñas, niños y mujeres prácticamente les abrió las puertas y comenzaron su procesos de asilo político.
EGO