Las calaveritas que se colocan en la tradicional ofrenda de Día de Muertos sirven para recordar a nuestros fieles difuntos y el destino que todos compartimos, pero también son una forma de agasajar nuestro paladar.
Desde hace 10 años, Paola Sánchez realiza calaveritas de amaranto y miel en su negocio Calavorontos, el cual con el tiempo ha crecido y poco a poco se han integrado algunos de sus familiares que ayudan en el proceso.
En entrevista con MILENIO Puebla, Paola narró cómo surgió este proyecto; recordó que al igual que cualquier joven quería asistir a un concierto, sin embargo, la economía en casa no se lo permitía, por lo que su madre la motivó a vender algún producto para obtener dinero y así asistir a su concierto. Por ello, inició este negocio, en el cual ha aprendido y mejorado, por lo que se siente orgullosa de su emprendimiento.
Asimismo, señaló que actualmente su madre le ayuda a llevar a cabo las calaveritas de miel, su hermana a decorarlas y este año también a personalizarlas; mientras, su tía y una prima colaboran con la decoración y la promoción de la marca.
“Ahora todas ayudan y a través de este pequeño negocio la verdad nos apoyamos para impulsar nuestros emprendimientos y juntas ir creciendo como emprendedoras y familia”, explicó.
De esta forma, la familia ofrece calaveritas de amaranto cubiertas de miel y chocolate de colores, sin embargo, este año integró el chocolate de crema de avellana. Estos manjares tienen diferentes tamaños por un precio que va de los 6 a los 45 pesos.
Paola explicó que este año también se quiso integrar un producto para aquellos que quieren darle a su mascota un lugar en la ofrenda, por lo que agregaron a sus productos un hueso de amaranto y miel al cual se le puede colocar el nombre de quien en vida fue un fiel compañero.
“La mascota es importante para todos y merece también un sitio en la ofrenda, por lo que este año integramos un huesito al que se le puede poner el nombre de la mascota”, comentó.
El hueso y las calaveritas no son los únicos productos que ofertan, a estos se suman las calabazas y hojaldras hechas de amaranto y chocolate de colores. Para hacer estas calaveras se utiliza un molde y de forma previa se fabrica el amaranto, el cual se mezcla con chocolate o miel. Después, se vierte en el molde a presión y se espera a que seque; Paola asegura que en cuestión de una hora están listas para consumirse.
Por último, a decir de la entrevistada, gracias a que es un producto artesanal puede tardar hasta un año para ser consumido. Este producto se puede adquirir este producto en su página de Facebook Calavorontos.
CHM