De forma apresurada, Yaneth Hernández cambia el pañal de su pequeño hijo de 6 meses de edad, “apúrate mujer que ya vamos a salir a caminar, ya son las 3 de la mañana y a esta hora dijeron que saldremos”, le decía de forma preocupada Hernaldo Parres ante el temor de que la caravana migrante avanzara y quedaran rezagados.
Esta pareja venezolana salió de su país desde hace un año, estuvieron ocho meses en Ecuador, pero señalan que en ese país las condiciones de vida son muy difíciles, hay cierta discriminación y desempleo, por ello decidieron viajar a Estados Unidos, cruzaron Centroamérica y llegaron a Tapachula hace dos semanas, decidieron marchar junto con los 10 mil migrantes que van en esta caminata masiva.
La caravana se dividió en dos partes, unos 4 mil se adelantaron y comenzaron a caminar a las 3 de la madrugada, otro contingentes de unos 6 mil más esperaron a las 5 de la mañana y comenzaron la marcha sobre la carretera costera para dejar atrás la comunidad Álvaro Obregón en donde habían pernoctado.
Caminaron en penumbras, ocupando los dos de los cuatro carriles de esta vía federal. A las 5 de la mañana con 40 minutos, los punteros comenzaron a llegar al municipio de Huehuetàn donde descansaron y esperaron a quienes venían atrás.
Cerca de las 9 de la mañana, la caravana ya estaba nuevamente reunida, pero en el trayecto muchos se fueron dispersando y 160 de ellos fueron asegurados por agentes del Instituto Nacional de Migración, según el activista Luis García Villagrán.
A las 10 de la mañana y con la ayuda de un cielo nublado otra vez reagrupados, los migrantes reanudaron la caminata hasta Huixtla, al mediodía ya estaban arrobando a este municipio y se fueron colocando en una cancha techada para descansar.
El aviso vino minutos después, “hay buenas noticias, migración aceptó atenderlos en este lugar a partir de mañana miércoles, van a darles la tarjeta de visa humanitaria y autobuses para traslado, si cumplen entonces el jueves o viernes reanudamos la marcha”, les señaló García Villagrán.
La caravana, tras dos días de caminata y avanzar 46 kilómetros, entonces hizo un alto y los migrantes se declararon en pausa para esperar que las autoridades les cumplan lo anunciado.
Esta es la octava caravana que sale de Tapachula en lo que va del año, y al igual que las anteriores pareciera que de igual forma sería disuelta tras un acuerdo migratorio. Es una de las caravanas más grandes desde que en el año 2018 iniciaron esta modalidad de ingreso de forma indocumentada al país por la frontera sur y luego pedir la regularización de estancia.
Está integrada en su mayoría por venezolanos aunque también hay colombianos, haitianos, cubanos, centroamericanos y algunos africanos.
La falta de respuesta de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) a su solicitud de visas humanitarias, así como la negativa del Instituto Nacional de Migración de atenderlos de forma fluida y rápida son las constantes que se han generado en las últimas semanas, son los motivos que detonan el nuevo recorrido masivo de migrantes extranjeros irregulares.
ledz