Aunque señaló que no se ha registrado un incremento en la demanda de albergue desde diciembre, la Casa del Migrante de Saltillo recalcó que el interés de las personas por tener una mejor calidad de vida que en sus países de origen no menguará pese a la política de deportaciones masivas que anunció el nuevo presidente de Estados Unidos Donald Trump, por lo que se espera que el flujo aumente derivado de la posibilidad de que sean retornados antes de lograr el objetivo.
“No somos ciudad fronteriza, y por no ser ciudad fronteriza es posible que tengamos un incremento, pero más bien de gente que intente subir a la frontera; la gente va a seguir intentando cruzar a Estados Unidos independientemente de lo que marcan las políticas migratorias en el país vecino”, indicó José Luis Manso, Coordinador de Atención Humanitaria.
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Actualmente de las 104 personas que se mantienen dentro del albergue, la mayoría son varones, hay alrededor de 20 mujeres y 24 niños, niñas y adolescentes, “en cuanto a flujo nosotros no hemos tenido diferencia, mantenemos esta población dentro del albergue prácticamente desde la última semana de diciembre, obviamente llega gente, pero también se está moviendo”.
Desde antes del 18 de diciembre, bajo el rumor de que iban a abrir la frontera “si tenían podemos decir entre comillas prisa justo porque se avecinaba la llegada de Donald Trump a la presidencia”, expuso Manso, al añadir que “lo que no se está viendo aquí, es que va a haber dos flujos: las personas mexicanas propiamente deportadas, que para eso el Gobierno Federal implementó la estrategia México te Abraza, y la otra población es la gente retornada, gente que no es mexicana”.
Dijo respecto de la estrategia nacional para los connacionales, que “la gente no solamente necesita abrazos, necesita políticas públicas”; en tanto que la población retornada, no mexicana, “tampoco se puede quedar ya en los Estados Unidos para continuar con su solicitud de asilo y lo más probable es que la gente que entró con una cita de la CBP One (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza), igual dado que se cancelaron las citas y la posibilidad de mandar información anticipada, es muy probable que la gente que tienen en centros de detención mientras revisan su caso lo saquen, inmediatamente a ciudades fronterizas”.
Lo anterior, abundó, puede causar “un retorno aquí, y también que la gente va a seguir intentando ingresar a los Estados Unidos, posiblemente se queden un tiempo en la ciudad por donde lo retornen, o posiblemente busquen inmediatamente otra ciudad por donde puedan cruzar”.
Lo anterior pese a que se desplegó más personal de migración en la frontera sur de Estados Unidos, “pero el hecho de tener una vida mejor es lo que va a seguir moviendo a la gente”, por lo que consideró, se requiere infraestructura en materia de espacios, “donde la gente pueda ser albergada; la estrategia México te abraza si hay varias instancias de gobierno involucradas, pero no se piensa por ejemplo en personas que tiene 20 o 30 años viviendo en Estados Unidos, que no tienen la red social de apoyo en México y que justo el empleo que desempeñaba en Estados Unidos no lo va a poder desempeñar aquí”.
Consideró que se necesita capacitar a la gente para buscar oportunidades de empleo, “firmar acuerdos o vínculos con las empresas porque aunque son personas mexicanas obviamente la gente que está aquí en México que ya tiene tiempo trabajando en alguna empresa si viene alguien con mejor nivel de capacitación posiblemente los van a desplazar. Entonces tienen que garantizar que va a haber empleo para no sé cuántos millones de mexicanos”.
Algo similar opinó, ocurre con el Gobierno del Estado de Coahuila, “menciona que ya están preparados para recibirlos, pero no dice cómo ni cuándo ni dónde… y esa es información que los albergues en la frontera necesitan tener de primera mano porque son muy pequeños, hay mucha gente viviendo en la calle, no significa que esta situación de calle, pero que no hay espacios justamente en donde los puedan acomodar”.
DAED