El ex secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, dijo que la estrategia Centinela, aplicada por el gobierno para vigilar el desarrollo de la pandemia, así como la poca importancia o reconocimiento a la gravedad del virus SARS- Cov-2 son algunas de las razones del crecimiento progresivo de muertes y casos de covid-19, situación que hizo que se supera las 50 mil defunciones en el país.
Ante la creciente ola de contagios, Villalobos dijo que la mayoría de los anuncios emitidos por la Secretaría de Salud en los que llamaban a “no preocuparse” estaban muy alejados de lo que realmente se vivía, por lo que empezó a generarse confianza en la gente y ya no se dio la atención a un problema tan delicado.
Luego de que el gobierno optara por un modelo que es utilizado para monitorear enfermedades como la influenza estacional, y pese a las críticas, de que no debía emplearse en situaciones donde los contagios fueran en aumento, este se llevó a cabo.
“Muchos casos se debieron a la insistencia en un principio de hacer una estrategia Centinela, es decir, que poco más de 400 centros del país iban a estar haciendo pruebas y registrando los casos, cuando es mundialmente reconocido que esta estrategia no funciona para un virus nuevo”.
En entrevista para MILENIO, el ex funcionario dijo que no era el modelo a utilizar, lo que necesitaban eran más pruebas como refirió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ante la posibilidad de que existan más casos de los presentados en las conferencias de prensa, comentó que “el subsecretario aceptó que se está siguiendo la estrategia, entonces había que multiplicarlo por 8.3. Aun cuando se están haciendo más pruebas, creo que el 8.3 incluso podría quedar corto, bueno, podríamos estar hablando prácticamente de 4 millones de casos”.
En ese sentido, resaltó que “sí es muy difícil saber cuáles han sido los casos reales, porque al no haber hecho suficientes pruebas, no se tiene una cifra correcta o más cercana a la realidad de los casos verdaderos”.
Además, criticó la falta de coordinación y control entre las autoridades federales y estatales por la discordancia de cifras que ocasionó culpas, al igual que distanciamientos. Lo cual, remató en una falta de cooperación para tener la información correcta todos los días, de manera puntual y sin desfases
Influenza H1N1 fue un caso diferente
Durante el sexenio de Felipe Calderón, quien lideró con la estrategia del gobierno para enfrentar la influenza H1N1 en 2009 fue el entonces secretario de Salud, Córdova Villalobos. Sin embargo, a diferencia de esta pandemia, se contaba con el medicamento oseltamivir para atender la enfermedad.
“La ventaja de tener un medicamento que sí curaba y que nunca les faltó (a los gobernadores) les dio mucha tranquilidad y el apoyo que se les dio a todos fue parejo, sin ningún tinte político”, agregó.
Al respecto de la postura de los nueve gobernadores que solicitaron la renuncia del subsecretario de salud Hugo López- Gatell, Villalobos señaló que él también lo vivió cuando estaba frente a la influenza y que algunos gobernadores también desconfiaron, incluso mandaron pruebas a Estados Unidos “para ver si no estábamos diciendo mentiras y vieron que no “.
Agregó que el presidente Calderón los reunió para que el funcionario de salud hablara con ellos y mantuvo un contacto muy estrecho con los secretarios de salud.
“Bueno, el doctor López- Gatell yo lo conocí, trabajó con nosotros; es una gente bien preparada desde el punto de vista técnico-científico, pero creo que en la parte política no ha sido muy fácil. La presión sobre los gobernadores sí ha ido aumentando y también de los presidentes municipales; además de los resultados que se están viendo a traído como consecuencia esta postura”.
jamj