Entre el agua y la incertidumbre, la vida de habitantes en Simón Sarlat, Tabasco

La Cruz Roja ha entregado 112 toneladas en distintas comunidades afectadas por las lluvias de inicios de noviembre, lo que ha ayudado a los pobladores que perdieron todo su patrimonio.

Las inundaciones sólo permiten que la gente duerma en las plantas altas con riesgo de que los niños se ahoguen. (Omar Franco)
Azucena Rangel
Centla, Tabasco /

Entre el agua y las lanchas de ayuda, así es la vida para los habitantes de Simón Sarlat en Tabasco, quienes debido a las inundaciones, han tenido que cambiar lo que llamaban vida.

Sus calles de tierra, pasaron a ser canales de agua oscura. Sus antiguos medios de transporte como bicitaxis o carros, ahora yacen bajo el agua, hoy improvisan botes, pequeñas balsas para trasladarse.

La cuota para poder transportarse es de 50 pesos, mínimo en algunos casos y pese a que es un costo bastante alto para muchos de los habitantes de esta comunidad, ante la necesidad de movilidad para poder llegar más allá de la planta alta de sus casas donde muchos permanecen refugiados ante el incremento del nivel de agua.

La Cruz Roja Mexicana ha entregado mil 160 despensas. (Omar Franco)

Flor del Alba es una de cientos de afectadas de este municipio, cuya casa también se vio rebasada por el nivel de agua y ahora se encuentra refugiada junto con dos familiares y otras 25 personas, entre las que se encuentran mujeres y niños, los cuales tienen que dormir en el piso o hamacas a falta de camas o colchonetas en el techo del segundo nivel.

“Nos quedamos en el piso porque pues no pudimos sacar nada de nuestra casa, estuvimos buscando si nos podía regalar colchonetas, más que nada por los niños, pero por lo pronto no nos ha llegado ninguna ayuda”, dijo.

Además de las afectaciones al patrimonio, la familia de Flor, así como otras del municipio, han tenido que lidiar con la pérdida de sustento económico ya que muchos se dedicaban a la cría de animales, pero en cuanto llegaron las lluvias muchos se ahogaron dejando a las familias sin forma de seguirse alimentando, ni generando ingresos.

“Nosotros teníamos alrededor de 60 animales pero más de la mitad se nos ahogaron y ahora nos quedan solamente 25 o a lo mucho 30”, comentó.

Otro de los afectados es Jesús, quien a raíz de este fenómeno quedó desempleado y ahora vive con una angustia constante no solo por el desempleo, sino también por sus hijos, los cuales teme dejar solos por miedo a que se ahoguen, ya que su casa se encuentra inundada parcialmente, siendo esto un riesgo constante para ellos que tienen 2 y 3 años.

Herrero de oficio desde hace varios años, no ha podido comunicarse con quien era su patrón desde el inicio de las inundaciones, por lo cual ahora vive únicamente de sus ahorros, así como de la poca ayuda que les llega a la comunidad, aunque asegura es muy poca para todos los afectados.

Pese a que se han instalado albergues dentro del poblado con el objetivo de resguardar a los habitantes, muchos prefieren quedarse en sus casas por el miedo a que les roben lo poco que han podido salvar de las inundaciones, en un lugar donde solo aquellas casas que cuentan con dos pisos han logrado quedar un poco libres de agua.

Ante esta situación, la Cruz Roja Mexicana decidió llevar el apoyo a esta comunidad y con la ayuda de 56 voluntarios de distintos estados hicieron la entrega de mil 160 despensas, así como una cantidad similar de kits de despensa a los habitantes de esta comunidad, quienes con el agua hasta las rodillas o arriba de lanchas recibían el apoyo con agradecimiento y esperanza.

Al respecto, Javier Lara, responsable de preparación ante emergencias de la Cruz Roja, relató que pese a la situación, el ánimo de todos los voluntarios se encuentra muy en alto y además, han contado con un gran recibimiento por parte de las comunidades a las que han podido ir a apoyarlos.

“Tenemos muy buena aceptación, de hecho la misma gente está muy organizada en ese aspecto, ellos saben que cuando les comentamos que vamos a ir ellos ya nos esperan en la entrada de sus casas, lo cual nos ayuda a apoyarlos de manera más eficiente”, expresó a MILENIO.

Para Javier Lara, quien lleva más de 30 años laborando para la institución, asegura que para él es muy impactante poder ayudar a tantas personas, desde la ambulancia para apoyar en un traslado, hasta crisis como ésta en las cuales deben llegar a comunidades muy alejadas; pero a pesar de ello para él esto ya no es un trabajo sino una parte de su vida que lo hace levantarse cada mañana.

Hasta el momento la Cruz Roja ha entregado 112 toneladas en distintas comunidades en Tabasco, pero los voluntarios aseguran que si la entidad sigue de pie, es gracias a la ayuda que se les ha dado, por lo cual piden sigan apoyando a esta causa con lo que les sea posible para poder seguir brindando apoyo y esperanza a todos los damnificados.


DMZ

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