En el patio del domicilio del señor Rosalindo Fernández, el cual se ubica en la colonia Castillo Grande, en la parte alta del Cerro Chiquihuite, aún se encuentran las rocas y arena que se desprendieron del cerro durante el sismo del 7 de septiembre.
Tras vivir 33 años en la parte alta de la alcaldía Gustavo A. Madero, Ciudad de México, Rosalindo Fernández dijo que sintió miedo al escuchar un fuerte ruido durante el movimiento de tierra.
“Antes no se sentían fuerte, pero esta vez el temblor sí se sintió; me salí porque hay unas casas arriba de la mía. La verdad me dio mucho miedo porque a dónde iba correr, simplemente el deslave y el temblor, preferí salir”, dijo mientras sostenía un martillo que utiliza para construir un muro de contención.
Daisy, hija de Rosalindo, dijo que el derrumbe terminó de dañar una escalera que se encuentra afuera de su domicilio, en la calle Castillo de jagua.
Gracias al deslave, hubo algunos daños en la colonia, “ahí se acaban de caer las escaleras que ya estaban anteriormente reportadas por estar mal elaboradas”.
Después del derrumbe la mujer de 32 años aseguró que la familia vive en incertidumbre ante la posibilidad de otro derrumbe como el ocurrido al otro lado del cerro, en el municipio de Tlalnepantla.
“Nosotros lo sentimos cada que llueve, una angustia de que no vaya a venir más tierra, de que no vaya pasar algo más grave y siempre es vivir con esa incertidumbre de qué va a pasar; vivo con angustia de no saber cómo me protejo, qué hago o a dónde acudo”, dijo al momento de caminar entre los escombros que se encuentran en su patio.
De acuerdo con el atlas de riesgo de la alcaldía, en Gustavo A. Madero existen al menos 30 puntos de alto riesgo por posibles deslaves o derrumbes.
Después del desprendimiento de piedras, Protección Civil de la alcaldía acudió al domicilio de la familia Fernández, donde tras hacer varios estudios dictaminaron que no existía riesgo para la población y que no era necesario desalojar a las familias.
Sin embargo, Daysi pide apoyo a las autoridades para construir el muro de contención en su domicilio y en zonas de alto riesgo, además de crear protocolos ante la posibilidad de nuevos derrumbes en la zona.
“Pedimos ayuda antes de que haya una pérdida humana”, concluyó.
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KT