La Comisión Federal de Electricidad (CFE) dotará de energía eléctrica a la Isla de Holbox, mediante un cable submarino de 8 mil 992 metros de longitud que será tendido a una profundidad de 50 centímetros en el sedimento marino de la Laguna de Yalahu, también conocida como laguna Conil, que forma parte del polígono del Área de Protección de Flora y Fauna Yum Balam, en el municipio de Lázaro Cárdenas, Quintana Roo, donde se distribuyen especies de flora y fauna en riesgo, entre ellas manglar.
Desde 2018, la CFE propuso el cableado submarino para interconectar la Isla Holbox con el Sistema Eléctrico de Distribución, ya que actualmente, Holbox se abastece de energía eléctrica por medio de una central de diesel, con cuatro unidades de generación de 800 kW de combustión interna, con una capacidad instalada total 3 mil 200 kW.
“Toda esta infraestructura resulta obsoleta e insuficiente”, por lo que con el cableado submarino, “quedarán fuera de servicio estas unidades con lo cual se dejarán de emitir gases de efecto invernadero y se mejorará la calidad del aire en la isla”.
El proyecto consiste en el tendido de un cable submarino entre las localidades de Chiquilá y la isla Holbox, y dos tramos de línea eléctrica subterráneos, con una longitud total de 12.71 kilómetros; incluye la instalación de una Subestación Eléctrica dentro del predio de la Central Diésel Holbox, que se mantendrá en reserva para generar energía ante eventuales fallas en el suministro del cable submarino.
De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental, presentada por la CFE para la “Construcción de tramo submarino Chiquilá- Holbox” , el Proyecto preliminar se presentó a la Dirección Regional de la Conanp en la Península de Yucatán y a la Dirección del Área Natural Protegida Yum Balam, que emitieron una serie de recomendaciones para reducir la afectación, principalmente a los pastos marinos.
“Dada la importancia de los pastos marinos en el ecosistema, se decidió tender los cuatro hilos juntos ocupando una sola zanja en el lecho marino, con lo cual se redujo considerablemente la superficie de impacto”.
A fin de disminuir el impacto visual y cualquier otra afectación por este tipo de obras se decidió que los tramos en la parte terrestre de las localidades de Chiquilá y Holbox, además de ocupar el derecho de vía de la carretera existente, fueran subterráneos.
“Con sustento en lo anterior, el trazo del cable submarino quedó comprendido entre el canal de navegación que une a Chiquilá y Holbox y la tubería de agua potable. Para la salida del cable submarino, en ambas costas, se utilizará la técnica de barrenación horizontal para evitar afectar al manglar y a la infraestructura existente”.
El proyecto data de agosto de 2018, cuando CFE presentó la MIA para su evaluación ante la Semarnat. El resolutivo fue entregado en abril de 2019, y finalmente, en octubre de 2022, la Semarnat publicó dos acuerdos en el Diario Oficial de la Federación (DOF) por los que destina al servicio de CFE Distribución 178 metros cuadrados en zona la federal marítima terrestre para la transición de cable subterráneo a submarino a Holbox.
En el resolutivo, la Semarnat ordenó a la CFE presentar la actualización de sus programas de restauración y recuperación de pastos marinos; reubicación de especies acuáticas en la Laguna Yalahau y el programa general de monitoreo de pastos marinos en la Laguna Yalahau, con tres meses de antelación al inicio de obras y/o actividades del proyecto, ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Natirales y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
También le ordenó realizar un muestreo para contar con la línea base a partir de la cual se mantenga el registro de los tipos de especies presentes en la Laguna Yalahau, con lafinalidad de conocer la condición original en cuanto abundancia y distribución de las especies presentes.
“Las especies de pastos presentes a lo largo de la trayectoria del cable submarino en una superficie (0.2 Ha) que se verá afectada por el tendido del cable en el lecho marino de la Laguna Yalahau”.
También se le pide contar con un protocolo de emergencia por derrame de combustibles y aceite, así como el Plan de Manejo Integral de Residuos.
Para el desarrollo del proyecto, en sus etapas de preparación del sitio y construcción, se tiene contemplada una duración total de 18 meses, que comprenden desde los procesos de gestión y licitación hasta la puesta en servicio.
Una vez en operación, el tiempo de vida útil de un cable submarino se estima en 30 años; aunque su utilidad podría ser mayor, dependiendo de sus condiciones físicas.
ledz