"Mis sueños, nuevos proyectos y plan de vida con mi familia tuvieron un giro drástico por la guerra entre Rusia y Ucrania", relató el chef poblano Augusto Romero, quien tras luego de radicar 13 años en el país soviético, tuvo que abandonarlo así como parte de sus esfuerzos para mejorar su vida.
A lo largo de su estancia en Rusia, el chef comentó algunos clásicos platillos mexicanos que vendía allá, sin cambiarles el nombre.
"Tenía burritos de carne asada y cochinita pibil, tacos de mole verde, barbacoa de res; tacos de camarón y mixiotes, tacos de pastor, carne asada, el agua de jamaica, esquites; arrachera, empanadas de pollo, molcajetes, plátanos flameados y clamato es lo que más se vendía."
En entrevista para MILENIO Puebla, el chef narró que en enero de este año regresó a Puebla con su familia, gracias a la alerta de su cuñado, quien funge como policía y sabía sobre la situación de enfrentamiento futuro entre ambas naciones.
"Compramos nuestros boletos, todavía pudimos volar en la vía Moscú-Nueva York-México, que es muy rápida, muy cómoda y a un precio super barato en comparación con los actuales vuelos. Las personas que empezaron a querer salir a finales de enero o principios de febrero obtenían boletos muy caros o les resultaba muy difícil”, dijo.
Con solo dos maletas y el ánimo decaído por posponer sus sueños, Augusto y su familia tuvieron que ponerse a salvo; su hijo, su mayor motor, lo alentó para alejarse de Rusia ante el conflicto bélico.
"Solo era una maleta para mi esposa y una mía, la de nuestro hijo ya no la pudimos traer. Nuestro departamento y todo lo que construimos y compramos desde 2009, que yo llegue allá, se quedó", enfatizó.
El chef poblano comentó que sus cuentas fueron bloqueadas por el gobierno de Rusia, por lo que también sus ahorros de años se quedaron estancados. Con preocupación, la familia pudo llegar a Puebla y se refugió en la capital en la casa de sus padres.
"Estamos viviendo con mis padres. En Rusia dejé unos proyectos en restaurantes, uno todavía lo mantengo porque es con un socio, sin embargo, no me siento seguro para volver en mucho tiempo", dijo.
Después de unos meses de trabajar en territorio poblano, Augusto buscará aventurarse en Nueva York, Estados Unidos, y encontrar un trabajo temporal con el que pueda ahorrar para cumplir el sueño de establecerse en Canadá.
"Busco estabilidad con mi familia, ya estuvimos unos meses en Puebla, ahora toca volar hacia Nueva York y después buscar otro sueño en Canadá".
En ese sentido, continúa el sueño de llevar el sazón mexicano y poblano a todo el mundo, por lo que envió un mensaje a los estudiantes de gastronomía en Puebla para que nunca se rindan, “que sigan sus sueños, anhelos y principios para ser mejores personas y profesionistas”, finalizó.
CHM