Carlos Pascacio, un estudiante de medicina en Chiapas, denunció que un grupo de compañeros adulteraron su bebida con viagra cuando acudieron a un restaurante de comida rápida, a pesar de que el joven sufre problemas relacionados con arritmia y taquicardia.
El estudiante relató que el caso ocurrió el 30 de marzo de 2021, el último día del preuniversitario de la carrera de Medicina en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH).
Los implicados, de acuerdo con la denuncia que realizó el estudiante en redes sociales, se llaman Alan, Jesús, Walter, Fabricio y una persona cuya identidad se reservó por "no haber tenido un papel activo en esto".
Carlos estaba con sus compañeros, a quienes entonces consideraba sus amigos, en la espera de recibir los resultados del preuniversitario y conocer quiénes entrarían a la carrera. Sin embargo, al ver que el proceso estaba tomando más tiempo de lo esperado, el grupo decidió ir a comer un Burguer King.
"Todos pedimos de comer, (...) luego de unos minutos, nos sirvieron la comida, servimos los refrescos y, al sentarme a comer Alan, Jesús, Fabricio y la otra persona me dijeron que Walter me estaba llamando desde los baños y me insistieron que fuera a ver que necesitaba".
En el lugar, Walter se dijo "triste y nervioso" porque pensaba que no entraría a la carrera y Carlos le dio algunos ánimos, a pesar de que habían visto una lista donde indicaba que todo su grupo de amigos aprobó el preuniversitario.
"Este momento fue el que utilizaron para adulterar mi bebida con viagra (contraindicada para los cardiópatas) sin que yo me diera cuenta".
De manera abrupta, Walter cambió de ánimo y dijo que se sintió mejor. Ambos volvieron al comedor y comenzaron a ingerir sus alimentos. Antes de tomar el refresco, Carlos notó que la bebida tenía una "espuma y olor muy raro".
"Me preocupé y le dije a los demás que tuvieran cuidado", pero todos "dijeron que no era nada, que la máquina había sacado así el refresco. Alan incluso le dio un sorbo a mi vaso para que yo me lo tomara".
El estudiante confió en sus compañeros y tomó el refresco, pero no pasó mucho tiempo cuando comenzó a sentirse mal: perdió el apetito, se sintió mareado y le dolió la cabeza.
De camino a la facultad de medicina, sus síntomas empeoraron, pues sintió su "pulso en la lengua, además de sentirme desorientado y muy fatigado". Carlos le comentó al grupo que se sentía mal, pero ellos "sólo se rieron y comenzaron a lanzarme objetos".
Cuando pasaron a recibir sus resultados, el joven no pudo pedir ayuda a los doctores porque le faltaba el aliento y tenía el corazón muy acelerado, de acuerdo con la publicación.
Carlos salió del salón, fue al baño porque tenía nauseas, pero no pudo vomitar, además, experimentó una sensación de sequedad. Entonces, le preguntó a Alan si su papá podría llevarlo a casa.
"Dormí y desperté con dolor de cabeza, fatiga, mareo y un malestar general que me duró tres días. En ese entonces creí que se trataba solamente de nervios por haber terminado el preuniversitario".
Pasaron varios meses y el joven siguió conviviendo con sus amigos, pero notó que ellos se burlaban constantemente de lo que pasó y mencionaban muy seguido el viagra.
El estudiante escuchó "varias veces frases como: ¿le contamos o que se entere solo? Cuestioné a Jesús sobre las burlas y bromas en las que yo estaba excluido y era el objetivo. Fue cuando me contó lo que había pasado".
Walter, Alan, Jesús y Fabricio habían planeado, con un mes de anticipación, comprar el viagra más potente y esperaron la oportunidad para dárselo.
Todos ellos sabían su "condición de salud: arritmias, desmayos, taquicardia. Decidieron aprovecharse de esta situación y de la confianza que les tenía para hacer una 'broma' que pudo haber puesto en peligro mi vida".
Carlos indicó que quiso hacer pública la agresión que sufrió para "recuperar la paz mental" por la que ha luchado desde entonces y que este tipo de situaciones no pasen por alto.
"Sé que han intentado victimizarse y cambiar la historia para no quedar tan mal, (...) amigos muy cercanos a mí tomaron la situación con indiferencia e incluso culparon a mi actual pareja de que yo decidiera tomar cartas en el asunto, como si lo que hicieran no hubiera sido lo suficientemente grave".
ROA