En Chihuahua, niños migrantes plasman en pinturas sus sueños de una vida mejor

Con ese material, se montó una exhibición que permanecerá un mes abierta al público y que luego se subastará para obtener recursos económicos.

Realizan murales con sus sueños más grandes. (Blanca Carmona)
Blanca Elizabeth Carmona
Ciudad Juárez /

Niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados plasmaron en lienzos y en un mural sus vivencias y el sueño de llegar a tener una mejor vida, durante un taller de artes plásticas que tomaron en un albergue ubicado en la frontera de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde esperan una solución a su situación migratoria.

Con ese material, se montó una exhibición que permanecerá un mes abierta al público y que luego se subastará para obtener recursos económicos que permitan seguir impulsando las artes en las generaciones que llegaran a ese espacio humanitario.


Foto: Blanca Carmona

“Creo que la pintura es lo que me aporta más, por el momento, es distraerme. Pero ya no es un simple pasatiempos se convirtió en un estilo de vida”, dijo “William” de 16 años quien es originario de El Salvador y en el albergue “México mi Hogar” espera un proceso para reunificarse con sus familiares que ya radican en Estados Unidos.

Él pintó una flor típica del desierto en el mural; en un lienzo coloreó al cantautor Joaquín Sabina; además en el taller aprendió a delinear, dar volumen y sombra; pero su participación quedó en la memoria de personal del albergue por un poema en el que escribió que las personas en movilidad no son migrantes son soñadores.

Foto: Blaca Carmona

Teresa Vargas, directora del albergue municipal “México mi Hogar”, informó que como parte del taller de artes plásticas primero se realizó un collage con pinturas elaboradas en un lapso de cinco años, por menores migrantes provenientes de Centroamérica y de diversos estados de la República Mexicana.

A partir de esa actividad el trabajo tomó fuerza y “nacieron” 20 obras elaboradas en lienzos, y después se firmó un acuerdo con el Instituto Municipal para la Cultura del Municipio de Juárez (Ipacult) para la creación de otras ocho obras en lienzo con acrílico y 18 pinturas en cáscara de huevo con acrílico.


Foto: Blanca Carmona

“Sirve como terapia para ellos y ellas, les ayuda mucho a expresar sus emociones, para trasmitir sus vivencias en estas travesías de sus países de origen y les ayuda mucho en su fortalecimiento, en cuanto a la seguridad, el desarrollo de sus capacidades, descubren nuevas habilidades para ellos y ellas y eso les ayuda mucho a armonizarlos en la cuestión emocional”; dijo Vargas.

Los menores también intervinieron una pared del patio del albergue, terminada en estuco, donde plasmaron sus trayectorias o viajes desde sus lugares de origen hasta la frontera norte de México, iniciaron por delinear -como si fueran rostros- a Latinoamérica y Centroamérica.


Foto: Blanca Carmona

“Tenemos el maíz que representa América Latina; siluetas que son ellos, ellos se dibujaron, se plasmaron aquí a escala; tenemos las barbullas de varios colores que representan los diferentes idiomas que se hablan en Centroamérica; tenemos la despedida; a las familias caminando desde El Salvador, Honduras, Guatemala; tenemos el medio de transporte emblemático que se llama “La Bestia”; tenemos el norte, la frontera; unos rostros de niñas de Centroamérica plasmadas a escala y por último el sotol una planta representativa de Chihuahua”, explicó el trabajador social y maestro de artes Francisco Sías al describir el mural.

La mayoría de los menores no habían tomado nunca un pincel en sus manos, no tenían conocimientos sobre acrílicos, ni tipos de pintura, pero fueron motivados y respondieron, dijo Sías para luego referir que lo expuesto permanecerá en exhibición hasta el próximo 18 de junio en las instalaciones de la Academia de Arte Municipal de Juárez.


Foto: Blanca Carmona

El albergue “México mi hogar” tiene una capacidad hasta para 30 migrantes no acompañados de los 12 a los 17 años. Actualmente alberga a 14. Todos están sujetos a un proceso administrativo-migratorio, para reunificarse con sus familiares en Estados Unidos o esperan ser retornados a sus países de origen, incluido México.

Estos procesos tardan desde una semana, en el caso de los mexicanos, o hasta 12 semanas para reunificaciones o deportación.

ledz

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