La impericia política, la decisión de militarizar las presas con base en informaciones falsas y la incapacidad del Gobierno Federal para entender el punto de vista de los agricultores en el estado de Chihuahua, han complicado y acrecentado el conflicto, dijo el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado.
“Se ha querido sobredimensionar, magnificar, e incluso tratado de humillar a los productores y al Pueblo de Chihuahua, en esta lucha y en esta defensa del agua y eso es lo que nosotros jamás podemos permitir ni consentirle a nadie, ni al presidente de la República”, expresó.
Lamentó que el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja esté actuando como el golpeador político en el conflicto por el agua en Chihuahua.
“Estamos en un momento muy delicado la politización del uso de los cuerpos de seguridad para descalificar a la defensa del agua que mantienen productores y el papel de intermediación que ha jugado Chihuahua. Este tono es el sello de la casa: descalificar, de acusar a otros de las impericias, de las incapacidades propias con la que han manejado este conflicto”, señaló.
Corral consideró que Mejía Berdeja ha contribuido mucho a la irritación y la indignación que se vive en la entidad chihuahuense, por pretender vincular a los agricultores y a los productores con la delincuencia organizada, asociando hechos que nada tienen que ver y de los cuales conoce perfectamente el origen y su naturaleza distinta.
“Han hecho también una manipulación al distorsionar la narrativa, para tratar de deslegitimar al movimiento y al papel de intermediación del Gobierno del Estado que a él mismo (Mejía Berdeja) le consta”, expuso.
Indicó que la Federación sabe perfectamente que el problema empezó con el incumplimiento de México en el Ciclo 34, durante el quinquenio que concluyó en el 2005.
“Fue fruto de una mala administración, diría pésima administración del manejo de las presas internacionales y nacionales, se les olvidó pagar el ciclo completo, el quinquenio completo y ello nos colocó en una tensión innecesaria en este quinto año en el que no podemos tener una doble falta como país”, detalló.
Agregó que “a ese problema, hay que decirlo con toda claridad, el conflicto se detonó, se alimentó y se acrecentó, cuando el Gobierno Federal decidió militarizar el problema, o la solución al problema, y primero ordenó la presencia del Ejército Mexicano en La Boquilla y luego de la Guardia Nacional”.
Destacó que a pesar de la seriedad del conflicto, apenas ayer lunes 21 de septiembre, reapareció la función de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
“Sentó al PRI estatal el día de ayer y lo quieren plantear como un acuerdo con los productores, (pero) no había ni un solo presidente de Módulo de los tres distritos que están involucrados en este tema”, advirtió.
Tampoco, aclaró el gobernador, estuvo en esa reunión uno solo de los presidentes o presidentas municipales de la región de la cuenca del río Conchos, es decir, quienes verdaderamente enfrentan el problema de falta de agua en las presas.
Reclamó que la funcionaria incluso sugirió que se trata de una campaña del Partido Acción Nacional ante las próximas elecciones y así se hizo ver al Presidente de la República, quien “identificó este problema como un asunto político desde su inicio”.
Corral Jurado destacó que el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha sido muy mal informado, ya que “se le han planteado cosas absolutamente falsas”.
“La directora de Conagua le dijo en febrero, que los productores del estado de Chihuahua exigían 6 millones de pesos a cambio de sacar el agua de las presas, lo que el Presidente consideró como un intento de extorsión, incluso hay una mañanera donde el presidente de la República, está el 4 y el 5 de febrero, y ya habla de fines políticos”, lamentó.
Lo que realmente ocurrió es que los agricultores sostuvieron una reunión con el Gobierno del Estado, en la que dijeron que “Chihuahua enviaba casi 6 mil millones de metros cúbicos de agua a los estados de Sinaloa y de Sonora, y que era conveniente que también se buscara la manera de que estos estados pagarán los derechos ambientales, pero al Presidente se le dijo que se buscaban 6 mil millones de pesos, lo cual es absolutamente falso”.
“Después de esto, el Presidente mandó al Ejército para permitir el desfogue de la presa La Boquilla y ahí empezó el verdadero conflicto, y así ha sido una sucesión de hechos de narrativas descalificatorias, tratando de deslegitimar e incluso negar, la aportación que Chihuahua hace en condiciones muy adversas”.
Recordó que aunque la entidad enfrenta un escenario de sequía extrema, a lo largo del conflicto los propios productores han hecho una serie de propuestas que han sido desdeñadas por las autoridades federales, quienes se han mostrado indiferentes.
“Las barbaridades que se dijeron aquí, ayer, en este programa, por parte de la doctora Jiménez y del subsecretario Mejía Berdeja, diciendo que las presas en el estado de Chihuahua están al 70 por ciento de su capacidad”, son una muestra de su actitud, señaló.
Expuso que actualmente la capacidad de las presas chihuahuenses está mermada y el volumen disponible para el ciclo primavera-verano 2021, ofrecerá apenas 644 millones de metros cúbicos de agua, que representa el 53 por ciento en relación a 2020.
“Por eso es la preocupación, y a los productores les interesa muy poco si hay quienes quieren subirse al barco político o al medio político, ellos están preocupados por el siguiente ciclo agrícola”, detalló.
Indicó que el desabasto del agua afecta a 11 mil 700 usuarios en 11 municipios alrededor de la cuenca del río Conchos.
Javier Corral dijo que México habrá de cumplir con el Tratado, porque Chihuahua, contrario a lo que se dice, al día de hoy ha portado el 45 por ciento del volumen entregado a Estados Unidos.
Observó que de continuar la situación podría tener una afectación del orden de cerca de 8 mil millones de pesos, toda vez que se trata de una de las cuencas más productivas.
“Ahí están los agricultores más esforzados del estado de Chihuahua, que han heredado de sus padres, de sus abuelos, esta vocación de cultivar la tierra y que por eso cuidan y protegen el agua, cómo lo han hecho en estos días”, afirmó.
Compartió que como gobernador él ha buscado un contacto directo con el presidente López Obrador, pero ha recibido una “total indiferencia, un desdén y una cerrazón, simplemente no escucha y cuando escucha, ha habido una gran intolerancia”.
Resaltó que del golpeteo político de los agricultores, la Federación ahora ha querido traspasar la responsabilidad al Gobierno del Estado de Chihuahua, que en este conflicto solo ha buscado ser un intermediario.
“El Gobierno Federal ha actuado con un desdén, y yo creo que con una indiferencia muy deliberada. En las últimas semanas se cerraron completamente, cancelaron toda posibilidad de interlocución”, agregó.
jamj