A tres días de que concluya la campaña electoral de cara a la elección extraordinaria en Puebla, los tres candidatos arreciaron el proselitismo y ofrecieron cambiar el rumbo en Puebla.
Miguel Barbosa encabezó el evento con más convocatoria en la Plaza de la Victoria de la capital poblana. Ante más de 15 mil personas ofreció la reconciliación para la sociedad, y dijo que con su triunfo, Puebla también se sumará a la Cuarta Transformación.
“Nos enfrentamos con el poder más oscuro que estaba aquí asentado en Puebla, nos enfrentamos con el peñismo nacional que había acordado con ese poder poblano. Acá hicimos la gran batalla por Puebla y mantuvimos la dignidad política del movimiento de López Obrador, acá estamos firmes y dignos y acá, sin rencores abrimos los brazos, abrimos los corazones y planteamos como estrategia para resolver el dilema social poblano, la unidad y la reconciliación”.
Aseguró que “un gran hombre guía nuestros pasos y hoy es Presidente de México” y lanzó la consigna de campaña ¡Es un honor estar con Obrador!”.
En tanto, el candidato de la alianza PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, Enrique Cárdenas, realizó dos cierres regionales. Por la mañana en Tehuacán y en la tarde en San Pedro Cholula.
En Tehuacán y acompañado del dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, sostuvo que cuidar la elección del próximo 2 de junio es cuidar nuestro futuro; “hagamos nuestra esta elección, nos pertenece; no vamos a dejar que los demás se apoderen de ella con dinero, con amenazas, con calumnias. Es nuestra elección y vamos a ganar por mucho para que no haya duda del triunfo de todos nosotros”.
El cierre en San Pedro Cholula estuvo organizado por líderes ciudadanos y contrastó con el cierre de campaña de Martha Érika Alonso en junio de 2018, cuando llenó el estadio olímpico Ignacio Zaragoza, cobijada por sectores y liderazgos que hoy abandonaron a Acción Nacional, muchos de los cuales se sumaron a Morena.
El académico arremetió contra los gobiernos municipales y federal de Morena, al señalar que han dejado mucho que desear.
“Nos lastima ver lo que está sucediendo. Nos lastima ver cómo no hay medicinas en hospitales o cómo eliminaron las estancias infantiles o cómo la economía está decayendo. No queremos ir por ahí” y pidió a sus seguidores traducir su inconformidad en votos para su causa.
El candidato del PRI, Alberto Jiménez, realizó una marcha por las calles del centro histórico de la capital. Acompañado por la cúpula del PRI nacional, dijo que el apoyo que dio el ex gobernador Mario Marín a su campaña no hizo mella.
Desgaste de 30 años
Con un PAN desgastado por 30 años de gobierno, con el voto de Morena que sigue siendo para Andrés Manuel López Obrador y un PRI pulverizado, así es como llegan los principales partidos para pelear la elección a la gubernatura de Baja California.
El inicio de los cierres de campaña dejó ver los últimos esfuerzos de los candidatos para hacerse del voto ciudadano, esto aún con la incertidumbre de no saber cuántos años durará su mandato.
El abanderado de Morena, Jaime Bonilla, mostró el músculo con el respaldo de 23 senadores encabezados por su líder, Ricardo Monreal Ávila, quien apoyó la agenda de seguridad, bienestar y desarrollo del aspirante.
Hasta Tijuana, y con el pretexto de un informe de actividades legislativas, el zacatecano afirmó que en la entidad se dará la segunda alternancia tras 30 años del PAN.
Para ello, el abanderado de Morena ha calcado las propuestas del tres veces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador: para seguridad levantarse temprano, a las seis de la mañana, y encabezar reuniones con sus gabinete de seguridad; para los jóvenes y adultos mayores apoyos económicos; además de acabar con los casos de corrupción de 30 años de gobiernos del PAN.
Incluso, al fiel estilo del tabasqueño como hizo con Los Pinos, cederá la Casa de Gobierno a los bajacalifornianos para que sea la Casa del Estudiante, pues “no necesito dormir ahí, seré un gobernador itinerante en el estado”.
Del lado del PAN, Óscar Vega Marín sufre el desgaste de 30 años de gobiernos blanquiazules, en particular, los escándalos de corrupción y dispendio de Francisco Vega.
El panista enfrenta sus últimos días de campaña solo, sin el respaldo de funcionarios estatales ni el arropo de su dirigencia nacional o gobernadores.
Y en el lado del PRI se siguen viviendo tiempos difíciles, la sacudida provocada por el gobierno del ex presidente Peña Nieto y acentuada por la pésima campaña de José Antonio Meade, que ubicó al partido en su peor resultado electoral, este año podría llevar al tricolor a la extinción en el estado.
Pero los priistas saben acomodarse ahí está el excandidato a la gubernatura y ex embajador de México en Argentina, Fernando Castro Trenti, quien dio la espalda a su partido para apoyar el proyecto de Morena.
También renunciaron a su militancia cientos de ceneopistas, que aunque dijeron que no respaldarán a ningún proyecto político, se pronunciaron por un cambio de régimen en el estado, entonces si el PAN es gobierno y desconocen al PRI, es claro a quién apoyarán.
Así, la elección de Baja California está por concluir… pero más allá de la incertidumbre de quién gobernará es por cuánto tiempo lo hará: al parecer nadie tiene urgencia por saber ni el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación por definir, que esta semana decidirá si el próximo mandatario, sea morenista o panista estará al frente por dos o seis años.
Los comicios del próximo 2 de junio anticipan una reconfiguración de las principales fuerzas políticas del país, con la renovación de las gubernaturas de Baja California y Puebla, así como 685 diputaciones y 60 ayuntamientos distribuidos entre Aguascalientes, Durango, Quintana Roo y Tamaulipas.