El clima emocional es el principal factor que influye en el rendimiento académico y en las posibilidades de que los estudiantes de comunidades rurales del estado de Puebla puedan concluir sus estudios de nivel superior.
De acuerdo con el análisis “Las competencias socioemocionales en el rendimiento académico. Caso de exalumnos de la escuela primaria Gabino Barreda, ubicada en San Cristóbal Tepeteopan, Tehuacán”, realizado por Adriana Morales Flores, especialista en pedagogía por la Universidad Iberoamericana Puebla, el desinterés por la escuela, las conductas disruptivas y la alimentación deficiente de los menores influyen de manera directa en el desempeño escolar.
“Se observa mediante diferentes ciclos escolares que alumnos entran a la primaria, pero por cuestiones, ya sea económicas o de trabajo de los padres, conviene más, al día, ayudar a los papás a recoger zacate que ir a la escuela. Algunos estudiantes desertan en la educación primaria y ya no entran a la educación secundaria. Los mismos factores hacen que algunos de ellos no transiten al siguiente nivel, en este caso a la preparatoria y los pocos que logran avanzar, nuevamente, se ven con las mismas disyuntivas”, apuntó.
Durante su participación en el foro virtual “Miradas al Corazón de la Educación”, organizado por la Universidad Iberoamericana Puebla, la especialista destacó que las adversidades económicas y circunstancias que los llevan a formar su propia familia impiden que los estudiantes lleguen a concluir sus estudios de nivel superior.
Los resultados de la investigación muestran que los alumnos que continuaron con sus estudios contaban con competencias como empatía, autoconocimiento, autonomía y colaboración; mientras que quienes suspendieron sus estudios presentaron carencias en competencias emocionales.
“Observamos que hay alumnos con mucho desinterés, alumnos que no asisten a la escuela y, aunque no ayudan mucho, aunque, no estén haciendo mucho, se quedan en su casa, registramos alumnos con conductas disruptivas y alumnos con alimentación deficiente”, destacó.
Como parte de la investigación, Morales Flores entrevistó ex alumnos de la primaria Gabino Barreda de San Cristóbal Tepeteopan, de los cuales la mitad cursaron una licenciatura; mientras que la otra mitad abandonaron sus estudios.
“Los estudiantes que alcanzaron estudios de nivel superior muestran empatía, autoconocimiento, autorregulación, colaboración, autonomía (…). Identifico que el contexto sí transfiere emociones de miedo y eso no lo habíamos notado. Los alumnos que tuvieron más experiencia con trabajo en equipo y con liderazgo, lograron enfrentar y superar la timidez para alcanzar un buen rendimiento académico”, apuntó la especialista.
Para la pedagoga, el contexto transfiere emociones de miedo y temor a los estudiantes, lo que puede contrarrestarse a través de experiencias educativas basadas en el liderazgo y el trabajo en equipo.
“Las interacciones con amigos y docentes contribuyen a la toma de decisiones certeras (…). Si tienes competencia emocional te vuelves sabio, pero si tienes incompetencia emocional, te deprime. Eso es algo importante por conocer en cada una de las emociones. La alegría, con competencia emocional, te sana; pero con incompetencia emocional, se convierte en envidia”, explicó.
AFM