Al reconocer que diferentes albergues del DIF en Coahuila atienden a menores que no fueron adoptados y están por cumplir la mayoría de edad, la titular del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) en la entidad, señaló que los preparan para enfrentarse al mundo exterior, ya que por ley, su custodia deja de estar a cargo del estado.
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María Teresa Araiza, expuso que aunque cada año varía la cifra, en promedio los albergues atienden una cantidad de aproximadamente 700 a 800 niños, luego de que por alguna situación de riesgo, sus padres o tutores pierden la patria potestad.
“El objetivo es que los menores estén el menor tiempo posible en esta situación y encuentren pronto una familia. Los niños y las niñas son separados de los padres y madres porque hay un riesgo o peligro en su casa”, dijo.
Manifestó que lo primero es procurar que esas familias vuelvan a tener las condiciones adecuadas para poder retornar al menor a su casa, de no hacerlo, se trata de integrarlo a una familia, ya sea tíos o abuelos y si no se logra se inicia el proceso de adopción.
En el caso de los menores que cumplen los 18 años y tienen que salir de los albergues, explicó que se trabaja con los adolescentes a través de un programa denominado “Reincorporación a la vida”.
Destacó que se trata, en su mayoría, de jóvenes que son separados de sus familias a los 16 años y que alcanzan la mayoría de edad en los albergues, “y eventualmente también son casos que no quieren estar en otra familia y que por su edad y contexto emocional se debe respetar”, dijo.
Explicó que dentro del programa, se les proporcionan herramientas de habilidades en la vida, preparación para el trabajo, así como un acompañamiento psicológico a través de terapias, mismas que los ayuden a fortalecer su autoestima para poder integrarse a la vida cotidiana.