Valeria Souza, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, denunció que el 5 de mayo un grupo de personas procedentes del ejido 8 de enero, abordo de tres camiones, irrumpieron en el ejido Cuatro Ciénegas, en Coahuila, donde se enfrentaron con habitantes y destruyeron las obras que se implementaron a finales del año pasado para reducir la extracción del agua subterránea y restaurar los humedales del valle, de los que apenas subsiste el 10 por ciento.
“Estamos de luto porque un río renacido que nos tomó años concientizar a la gente que era necesario restablecer y que renació el 19 de octubre de 2020, murió por la irresponsabilidad del gobierno federal y estatal del gobierno de Coahuila.
“Se permitió a tres camiones completos de la gente del ejido 8 de enero, un ejido cerca de Monclova, que llegaron a amenazar a la gente del ejido Cuatro Ciénegas y a destruir las obras que se hicieron en octubre. Entonces, el humedal que se había recuperado desapareció en dos días”, lamentó.
Las acciones para restaurar el humedal, han sido impulsadas por la investigadora universitaria y organizaciones sociales como Pronatura y ejidatarios, en coordinación con Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
En sólo cinco meses, se había logrado recuperar 40 hectáreas de humedal, según se informó en una visita realizada por el presidente Andrés Manuel López Obrador al sitio, el pasado 8 de marzo, en la que estuvo acompañado del gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, así como representantes del sector ambiental, la secretaría de Medio Ambiente, María Luisa Albores; la directora de la Conagua, Blanca Jiménez y el titular de Conanp, Roberto Aviña.
“Fueron testigos de una obra que ellos no hicieron, pero si se apoderan del niño que lo cuiden, pero lo ahorcaron (...) Es un ecocidio, porque se estaba restaurando el humedal, las tortugas se estaban regresando, ya habían peces, estromatolitos”, expresó la investigadora.
En aquel recorrido presidencial de marzo, se explicó que las acciones consistieron en un gavión o represa para desviar el canal a cielo abierto Saca Salada, hacia el río Garabatal, con lo que se recuperaron 50 litros por segundo y 12 hectáreas de humedal.
“Este canal, él solito sacaba el 90 por ciento del agua de Cuatro Ciénegas, al hacer la represa en octubre de 2020, lo que hicimos es que sacara menos agua, no que dejara de salir, porque lo hace de manera natural; sino que primero se recargara el humedal y luego saliera el agua. Esa obra que permitía esa recarga natural fue destruida”, reiteró.
Valeria Souza destacó que no es la primera vez que grupos se oponen a la restauración del humedal, incluso por la instalación de las obras, dijo, su integridad física se puso en riesgo, “yo estuve en peligro de morir”, denunció.
En octubre pasado, junto con los ambientalistas Mauricio de la Maza y Óscar Leal, de Pronatura Noreste, así como el documentalista David Jaramillo, fueron amedrentados con ser encarcelados y luego amenazados de muerte al intentar realizar trabajos para la conservación y restauración de los humedales en Cuatro Ciénegas, Coahuila.
Hace cien años, el sistema de humedales de Cuatro Ciénegas llegó a extenderse a lo largo de 2 mil 500 hectáreas, de las que sólo subsisten menos del 10 por ciento –unas 250 hectáreas–, debido a la sobreexplotación del agua en los últimos 20 años para cultivar alfalfa.
El canal Saca Salada fue construido en 1900 y por él se extraen entre mil 300 a 2 mil metros litros de agua por segundo, procedentes del centro del valle, que son enviados 80 kilómetros fuera, al ejido 8 de enero en inmediaciones del municipio Frontera, por lo que entre la mala planeación del canal a cielo abierto y la evaporación, apenas reciben el 10 por ciento del caudal.
LP