Texas y Coahuila, listos para deportar a migrantes

Autoridades fronterizas con Estados Unidos están a la espera del regreso de mexicanos y centroamericanos, luego de la política emprendida por Donald Trump.

Diariamente cruzan alrededor de 10 mil vehículos y hasta 27 mil personas caminando, de manera legal. (Especial)
El gobernador de Coahuila, confirma que el estado está preparado para dar asilo político. (Especial)
Iván Sánchez
Coahuila /

Eagle Pass, Texas y Coahuila, se alistan para el regreso de los cientos de  migrantes mexicanos y centroamericanos en las próximas fechas. 

Las autoridades fronterizas de Estados Unidos, en Texas, están a la espera de que en cualquier momento Eagle Pass y Piedras Negras, se conviertan en la puerta de regreso de los migrantes, ya que comenzarán a ser repatriados a sus países por una política implementada por Donald Trump.

Pese a que el gobierno mexicano adoptó una política de cero tolerancia, la Customs and Border Protection en Estados Unidos(CBP), por sus siglas en inglés, informó que las solicitudes de asilo político se mantienen como hace un año y se reciben hasta 25 personas por día, a quienes se decide si son aptos o no para este beneficio.

Paul del Rincón, jefe de aduanas en Eagle Pass, señaló que gracias a la coordinación que se tiene con las autoridades mexicanas, como lo es el gobierno de Coahuila y del ayuntamiento de Piedras Negras no se ha registrado una presencia masiva de migrantes en la frontera.

Aún que aún no hay fecha para que esta frontera sea punto de regreso, es un hecho que este sistema se implementaráde tal forma que aumentará significativamente la presencia de extranjeros y nacionales en el estado,  hasta por 60 días.

El gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís reiteró que está listo para cualquier contingencia.

“La realidad es que no ha hablado la afluencia de la gente que se esperaba en los últimos días, sin embargo estamos alertas”, comentó.

Cabe destacar que diariamente por esta frontera, cruzan 10 mil vehículos y hasta 27 mil personas en ellos y otros a pie, pero todos de forma legal y quienes ayudan a pasar de forma ilegal por el Río Bravo u otros cruces se convierten estrictamente en delincuentes. 

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