Familiares de Roberto González Casas, quien murió en diciembre de 2016 tras recibir una golpiza, realizaron una protesta para reclamar la falta de apoyo del gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, en el caso, pese a que dijeron se comprometió a interceder.
“La verdad ya no esperamos nada, pues si lo hubiera querido hacer desde un principio él hubiera dado la orden de que se hicieran bien las cosas. Venimos a recordarle que no cumplió con su palabra", dijo Norma Casas, madre del joven que murió víctima de golpes de cuatro hombres que dijo no han cumplido con el castigo que merecen.
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Reclamó que la Fiscalía de Coahuila extravío incluso pruebas y eso ha impedido que el proceso en contra de los cuatro hombres responsables avance conforme a lo esperado, es decir, que sean castigados.
"De esos cuatro, uno ya fue sentenciado a libertad vigilada. Él nada más con su brazalete y va a firmar cada 15 días, o sea es una burla, y los demás, dos por lesiones leves y uno por homicidio culposo, o sea que ninguno de los cuatro va a pisar la cárcel", señaló.
“Roberto no murió, a Roberto lo mataron”, “No hay justicia”, “Queremos justicia”, “Se venden y no arreglan”, son algunos de los mensajes que con pancartas expresaron los manifestantes a las afueras del Centro de Convenciones de Torreón, donde se desarrolló este lunes la agenda de trabajo del gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís.
Cabe recordar que el crimen que derivó en la muerte del joven ocurrió el 20 de diciembre del 2016, cuando Roberto, quien tenía 18 años y era estudiante de preparatoria, acudió a una posada en la colonia Torreón Jardín.
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