Desde hace varios años, el agua de Parras ha sido el recurso que todos desean, donde ambientalistas refieren sobreexplotación y los ejidatarios acusan afectaciones en la repartición del líquido.
Casas vinícolas aseguran eficientar su uso con la implementación de tecnologías de riego y la búsqueda de nuevas tierras para sembrar sus viñedos en otros zonas de Parras y Coahuila; y aunque se señala que el cultivo del nogal es el principal consumidor de agua, productores de nuez reviran señalando que la superficie de campiñas de vid, van a la alza.
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Mientras en la actualidad el Comité de Cuenca Parras-Paila asegura tener estudios que identifican más de mil pozos que extraen agua de manera ilegal, secando los mantos acuíferos que dotan del líquido a la población en el municipio, autoridades de la Presidencia Municipal analizan la instalación de nuevos sistemas de medición, para terminar con los conflictos entre los principales usuarios que son las empresas y los ejidatarios.
A decir de José Felipe Rodríguez, presidente de este comité, se estima que la sobreexplotación total en los tres acuíferos que surten esta región, asciende a un total de más de 224 millones de metros cúbicos anuales.
La lucha por el agua ha derivado en pugna entre ejidatarios y grandes empresarios vitivinícolas, por lo que de entrada, se está solicitando la veda definitiva en los tres acuíferos y la clausura de pozos ilegales que están secando el gran oasis de Coahuila; asegura se ha solicitado a la Conagua, la instalación de medidores volumétricos a los 998 pozos legalmente registrados.
José Felipe, quien desde hace varios años ha luchado en defensa del agua, abundó que el acuífero General Cepeda-La Sauceda, que es el que surte a las poblaciones de General Cepeda y Parras, tiene una sobreexplotación de 92 millones de metros cúbicos anuales, mientras que el acuífero La Paila, tiene una sobreexplotación de 77 millones de metros cúbicos anuales.
En tanto que el acuífero Saltillo Sur, que desde hace años ha generado una pugna ya que se dice, se quieren llevar esta agua para surtir la zona industrial e inmobiliaria en Derramadero, tiene una sobre explotación de 55 millones de metros cúbicos anuales.
Aseguró que estos datos se obtuvieron con los pozos registrados en la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Sin embargo, lamentó que existan cientos de pozos ilegales que no están contabilizados en este registro.
En el Registro Público de Derechos de Agua (REPDA) hay registrados 998 pozos legales, pero ilegales dijo, existen más de mil.
Cabe consignar que para la elaboración de este reportaje, se buscó entrevistar a autoridades de la Conagua para conocer las acciones realizadas en la materia y siguiendo los procedimientos solicitados, sin embargo, hasta la fecha de publicación de esta información, no se obtuvo respuesta por parte de la dependencia federal.
Veda definitiva
Desde hace varios años, José Felipe ha venido proponiendo (sin éxito) y tramitando desde 2010 la propuesta de un decreto de veda definitiva, que no se ha podido concretar, aún y que se cumplieron todos los requisitos.
“Pero no se ha tocado el tema del agua, por los muchos intereses que hay en la Conagua y mientras no haya un decreto de veda definitivo, Parras está en el limbo”.
Cuestionado en torno a lo que implicaría este decreto, dijo que se elevaría a delito grave la perforación de un nuevo pozo, además se obligaría a los usuarios del agua a sujetarse a la extracción solo de los volúmenes autorizados de cada uno de los pozos.
Pero esto tendría que solucionar también otro problema y que es que “en estos momentos ningún pozo concesionado por la Conagua cuenta con medidor volumétrico, por lo que se desconoce la cantidad de agua que se está extrayendo”.
Al respecto ejemplificó: “Si el usuario tiene autorizada la extracción de un millón de metros cúbicos al año, están sacando dos millones, ya que nadie los está revisando ni inspeccionando. Mientras que, con un decreto de veda definitiva, se tiene que establecer un reglamento que obligaría a la revisión física de todos los pozos y la clausura de todos los que son ilegales, siendo una ley que tendría que ser respetada tanto por ejidatarios como por empresarios, quienes en su mayoría se niegan a abrir las puertas de los ranchos a inspecciones”.
La vid, ¿cultivo de moda?
El impulso que ha dado la industria vitivinícola al turismo y la economía del llamado Pueblo Mágico de Parras de la Fuente, pudiera decirse que la vid es un cultivo endémico de la zona (de ahí el nombre de Parras) y que son bajos sus requerimientos de agua, las superficies sembradas, se extienden cada vez más en el paisaje de esta comunidad.
Desde su percepción, José Felipe dijo que se ha difundido información con visión de negocio, dando a entender que el agua es un recurso inagotable en Parras y que el poseer propiedades con viñedos es un sinónimo de estatus y moda.
“Esta agua que se extrae de manera ilegal se destina al riego de agricultura en cultivos de nogal y la viña, que se considera el cultivo de moda en Parras. En donde si quieres formar parte del club de los ricos, debes tener tu viñedo, tu bodega y tu vino con su etiqueta, como una forma de aparentar que ya perteneces al Club de la Ruta del Vino”.
El 26 de diciembre de 2021, MILENIO publicaba información sobre la Ruta Vinos y Dinos, la cual recibió la visita de más de 90 mil turistas registrados para vivir la experiencia del turismo enológico combinado con los íconos paleontológicos, dejando en los viñedos una derrama económica de 135 millones de pesos, solo en la temporada de verano de 2020.
Lamentó que la cantidad apabullante de desarrollos inmobiliarios que se han establecido y que se proyectan abrir en Parras, son arropados por el mercantilismo de estar rodeados de grandes extensiones de viñedos y nogales, sin mencionar que no se tiene agua que sostenga ese entorno.
“El cultivo de moda definitivamente es la uva”, coincidió el empresario y presidente de la Asociación de Hoteles de Parras, Manuel Rivero Larrea, quien asegura que la industria del vino ha generado en Parras un turismo de un nivel superior y de mayor categoría.
“Se busca un turismo que gaste, que busque restaurantes, buenos hoteles, que genere una gran derrama económica”.
Nogaleras y acequias secas
La realidad de la falta de agua y la necesidad de canalizar este recurso a lo que resulta un negocio con mayores dividendos, dan un panorama preocupante.
Enormes nogales ubicados justo en la entrada de Parras, hoy lucen secos y sus troncos derribados.
“Se dice que dichas nogaleras se han dejado secar para canalizar el agua a las viñas, ya que les deja más dinero. Pero además el problema está en la zona de Derramadero, en la sierra Saltillo Sur no se ha detenido la extracción de agua para llevarla a esa zona”.
Por su parte Manuel Rivero Larrea, quien además es consejero del Comité de Cuenca coincide:
“Las nogaleras no se están secando, las están dejando secar. Un nogal consume un mundo de agua. Suena muy romántico el que haya nogaleras, pero el consumo de agua es muy grande y hay que cambiar la estrategia por el bien del medio ambiente”.
Sistemas tecnificados
Para Fernando Madero Ruiz, de la vinícola Hacienda del Marqués Parras, el uso de sistemas tecnificados de riego, ha permitido el uso eficiente del recurso hídrico.
“Hemos tecnificado los riegos en la vid -por goteo- y en el nogal aspersión foliar. El nogal es el que más agua necesita, ya que la vid es la que menos agua consume, de ½ a ⅓ litro de agua por segundo por hectárea, contra el nogal que ocupa un litro por segundo por hectárea”.
Dio a conocer que algunas vinícolas no solo están buscando otras áreas para plantar vid cerca de Parras sino también en otras regiones del estado aunque señala, que “el estrés hídrico es un problema general en todo el país”.
El empresario lamentó que la continuación en la perforación de pozos profundos para la extracción de agua del subsuelo de manera indiscriminada, aunado a la sequía por el calentamiento global y la continua plantación de cultivos demandantes de agua como el nogal, han agravado el problema del agua.
Sistemas de medición
Para el alcalde de Parras de la Fuente, Fernando Orozco Lara, una de las soluciones al problema del agua en la ciudad, es la instalación de sistemas de medición en los compartidores mediante los cuales se distribuye el agua a los usuarios.
“Esto le daría certeza de la cantidad de agua que se reparte a los usuarios ejidatarios y particulares y la idea es que se comiencen a instalar de septiembre a enero en su primera etapa”.
Sobre la regulación de pozos ilegales y sistemas de medición en los pozos, aseguró que, ante la falta de recursos de la Conagua, se le ha ofrecido una oficina y asistentes administrativos para que se instale a un representante en Parras, ya que hasta la fecha no tiene.
De igual manera, dijo que tras una reunión con los usuarios, se llevará a los ejidatarios y a particulares a un viaje por Baja California, para que vean el funcionamiento de los medidores de alta tecnología y su uso en la medición del agua distribuida.
A la par, se hará un convenio con la Narro, “para hacer el aforo, el estudio de las conducciones, para llegar al punto de meter medidores y repartir en base a lo que les está llegando”.
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