A pesar de los riesgos que actualmente enfrentan los profesionales de la salud, la Universidad Autónoma de Coahuila se mantiene el interés de los aspirantes a medicina a estudiar y ejercer la carrera, incluso en el inicio del semestre se observó un incremento del 2 por ciento en la matrícula.
Mario Alberto José de los Santos, secretario Académico de la Facultad de Medicina, indicó que la pandemia que enfrenta el mundo ha puesto a prueba la vocación de quienes se dedican a la atención de la salud, dejando como respuesta el gran compromiso no solo de los profesionales sino de estudiantes que incluso cumplen con su servicio social.
En el caso de Saltillo, dijo que ingresaron 118 sólo a la facultad de Medicina, quienes ya iniciaron el curso previo de preparación a través de las plataformas virtuales como es Zoom.
Sobre quienes ingresaron a la carrera, indicó que la mayoría ya está trabajando en el taller de inducción aunque se está en espera de algunos aspirantes que no han pagado la inscripción, pero se ha otorgado una prórroga,
El académico indicó que la deserción que han registrado no tiene que ver con la contingencia sanitaria por covid-19, sino como un fenómeno natural que se presenta en los primeros dos años de la carrera en la que el 10 por ciento deja los estudios y al final de ésta el reporte es del 30 por ciento.
Leticia Martínez, estudiante, indicó que aunque su familia platicó en algún momento de los riesgos que implica esta profesión en la actualidad, señala que elegir esta carrera es parte de la vocación y en estos momentos una prueba para saber quienes son realmente profesionales de la salud comprometidos con todo lo que ello implica.
“Primero que nada no es fácil entrar a la carrera porque se requiere de una gran habilidad y de capacidad, porque estamos hablando que de nosotros dependerá salvar vidas, y esto es una oportunidad para saber quien realmente quiere ejercer, desafortunadamente hoy es más riesgosa”, dijo.
Blanca Rodríguez, enfermera en activo, lamentó que doctores, médicos y trabajadores de la salud han perdido la vida por cumplir con su labor, pero indicó que es parte de la vocación y el compromiso que establecieron desde el momento en que decidieron dedicarse a esta actividad.
Panorama laboral para egresados es adverso en La Laguna
Cada año egresan de las universidades laguneras un promedio de 200 estudiantes de medicina, aunque las autoridades educativas negaron que la pandemia impactara en cuanto al número de aspirantes para este 2020.
Sin embargo, varios de estos profesionistas se han enfrentado a un panorama laboral complicado por el coronavirus.
Según un informe realizado por el Observatorio Ciudadano de La Laguna con datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), el INEGI y el Seguro Social, durante el último año salieron de esa carrera 213 jóvenes.
Es una cantidad pequeña si se toma en cuenta que concluyeron sus estudios universitarios 6 mil 507 personas en la Zona Metropolitana durante el 2019.
En cuanto al número de aspirantes, la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) es la que más tiene y en el último proceso de admisión presentaron el examen mil 413 personas.
El reporte de la Coordinación Unidad Torreón revela que nada más fueron admitidos 120 y el año pasado salieron 79.
Pese a eso, hace unos días en entrevista con la prensa, Salvador Chavarría, director de la Facultad de Medicina, afirmó que la pandemia no ha interferido con las altas aspiraciones que muchos jóvenes tienen para convertirse en doctores.
Sin embargo, médicos recién egresados consultados por Milenio afirmaron que el panorama es adverso por las condiciones de la pandemia y la falta de insumos en las instituciones de salud.
“El panorama está bien negro. Hay temor, incertidumbre, todo lo malo que te puedas imaginar porque te das cuenta que estamos actuando con conocimiento pero sin herramientas”, declaró uno de los médicos que prefirió guardar el anonimato.
Indicó que él y otros recién egresados formaron parte de la primera ola de atención y contingencia de la pandemia durante los meses de marzo, abril y mayo. En primera instancia esto consistió en cercos sanitarios y filtros que se instalaron en empresas de la región, sin embargo también debían darle seguimiento a las personas sospechosas y que canalizaron para realizarse una prueba.
“De modo que en la mañana estaba en el cerco de la empresa y en la tarde, noche, madrugada, estaba en un hospital y luego en otro y luego en otro”.
CALE