Ante el confinamiento de personas en sus casas para evitar los contagios de coronavirus, cocodrilos salieron de sus escondites y volvieron a tomar la playa Ventanilla, en Oaxaca, pues ante la falta de turistas, comerciantes y pescadores en la zona, ya no tienen temor.
Los reptiles recuperaron lo que alguna vez fue su hábitat natural y ya no se esconden, pues la amenaza de que sean atacados o ahuyentados por habitantes se esfumó debido a las medidas implementadas para evitar los contagios de coronavirus.
Hasta el pasado mes de marzo, pescadores y personal del municipio de Santa María Colotepec, así como de Protección Civil capturaron un cocodrilo en Lagunita de Regadío, que colinda con Puerto Escondido.
El reptil capturado en ese momento fue regresado a su hábitat natural, que se encuentra en la zona de humedales en la barra se Colotepec, sin embargo, ambientalistas advierten que los cocodrilos no invadieron las áreas pobladas, argumentando que los humanos son los que han profanada su hábitat natural.
Hasta antes de la pandemia, la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), realizaba un censo de cocodrilos en las zonas de Lagunas de Chacahua y Bahías Malinaltepec, donde se reportaron supuestos ataques de los reptiles a humanos.
En el proyecto original que fue detenido por falta de recursos se diseñaba una zona de reserva federal para aplicar un plan de manejo y de protección de los reptiles dentro de las mismas zonas de humedales ubicados en la costa del pacifico oaxaqueño, que han sido invadidos en los últimos años por núcleos poblacionales.
RLO