El puerto de Manzanillo, en el estado de Colima, ocupa el tercer lugar en movimientos de mercancía contenerizada en América Latina y es hoy por hoy la principal puerta comercial con el continente asiático a través del Océano Pacífico.
De mantenerse la tendencia del primer trimestre de este 2021, el recinto portuario regresaría a los niveles de rendimiento –y crecimiento sostenido– de los años 2018 y 2019, en la época de pre pandemia, cuando se movilizaron más de 3 millones de contenedores.
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De acuerdo a las más recientes estadísticas de la Administración Portuaria Integral (API) de Manzanillo, el primer trimestre del año se registró una recuperación en el movimiento de carga contenerizada, sumando 827 mil 407 TEU, 17 por ciento más que el mismo periodo de 2020.
Sin embargo, esta recuperación de actividades, después de las afectaciones que dejó la pandemia de covid-19, también ha hecho más visibles dos de las grandes asignaturas pendientes del puerto para con la ciudad y su gente: los accidentes carreteros y el caos vial.
La autopista Manzanillo-Colima es una de las que más accidentes carreteros registra, donde están implicados tráileres que transportan contenedores. De hecho, la Guardia Nacional confirmó a MILENIO que ya elaboran una estadística para tener certeza del nivel de letalidad de este tramo de vía.
El martes 27 de abril, un contenedor se desprendió de un tráiler cayendo encima de un automóvil, en el tramo conocido como La Salada.
Unos días antes, el 21 de abril, a la altura de Los Asmoles, un tráiler impactó a dos automóviles, provocando la volcadura de uno, donde viajaban Diana Pineda Parra, candidata a diputada local por distrito 10 del partido de Nueva Alianza, quien resultó herida; además de Jesús Quezada Navarro, quien había sido candidato a diputado local por este mismo distrito, en 2018 y falleció en el lugar.
“El riesgo es constante, uno puede ir bien pero nos encontramos con tráileres que van en mal estado o no van bien sujetos de los contenedores; no depende de nosotros”, dijo Roberto Regla Bautista, quien transita constantemente de Armería a Manzanillo.
Por otra parte, la saturación vial de accesos al puerto afecta a ciudadanos que van a Manzanillo o viven por esa zona. Tal es el caso del acceso por la autopista y el libramiento Tapeixtles-El Colomo.
Ayer se formaron filas de más de 20 kilómetros de tráileres esperando entrar por carga contenerizada, debido a que la aduana no laboró hoy por el Día del Trabajo y el próximo 5 de mayo trabajarán media jornada.
Los accesos más afectados fueron la carretera Jalipa-Puerto, el libramiento Tapeixtles y los entronques del libramiento El Naranjo, generando además problemas para los vecinos de esas zonas.
“La parte alta de (Ejido) Jalipa afecta el tráfico porque uno dura hasta cinco horas atorado entre los tráileres, hay un callejón que sale de Jalipa al Valle (de las Garzas) y es lo que se está usando pero está en mal estado e incluso hemos visto tráileres con contenedores ahí”, dijo Arnoldo Saucedo Figueroa, vecino de Jalipa.
Fuentes consultadas por este medio, explicaron que parte del problema de la saturación de vehículos en las carreteras y accesos al puerto tienen su origen en la existencia de puertos externos que funcionan de manera irregular.
Esto provoca que sea más la carga que se moviliza fuera del puerto, que la que está programada para ingresar, causando las filas interminables de tráfico.
Magaly Solis Crisantos, habitante del Colomo, narró qué transita diario hacia Salahua, “he tenido varios incidentes y me he llevado varios sustos, ya que los tráileres no respetan e invaden el carril contrario”.
“El 30 de abril yo tenía una cita en la Clínica 10 de Salahua a las 3 de la tarde, ví como estaba el tráfico y cómo las dos vías más rápidas estaban saturadas, me tuve que ir hacia Manzanillo centro para poder llegar a mi cita; duré más de 50 minutos para poder llegar”, indicó.
Vecinos de la zona piden la intervención de las autoridades para evitar que el tráfico de carga pesada siga complicando la movilidad del municipio más poblado del estado.
AESC