Comienza a llover en la sierra de Durango y alienta a ganaderos

Sin embargo un factor que preocupa es que el agostadero está sobresaturado al haber más vacas pastando.

En lo que va del año llevan poco casi 14 mil reses muertas, cuatro veces menos que en el 2020 y 2021. | Especial
Luis Alatorre
Lerdo, Durango /

El presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango, Rogelio Soto Ochoa, sostuvo que ha comenzado a llover en la sierra y otro polígono del estado lo que ofrece un aliento a los ganaderos de la entidad que en lo que va del año llevan poco casi 14 mil reses muertas, cuatro veces menos que en el 2020 y 2021.

Sin embargo, sostuvo que un factor que preocupa es que el agostadero está sobresaturado al haber más vacas pastando ya que el coeficiente ha sido rebasado respecto al pastizales establecidos y no hay suficiente alimento, lo que se convierte en un problema debido a que ante el calentamiento global las lluvias son cada vez menos y la producción de pastos no alcanza para alimentar a los hatos.

Admitió que este 2022 no ha sido tan mal año si se toma en cuenta que en el año pasado se tuvo un registro de más de 50 mil cabezas muertas a consecuencia de la prolongada sequía, pues llovió mucho en esta parte el centro y sur del estado de Durango que favoreció a frenar la crisis.

“El 2021 fue el año más llovedor de los últimos cinco años y con ello se logró frenar la mortandad, pues apenas este año llevamos muertas 13 mil 950 cabezas de ganado, mientras que el año pasado se nos murieron 55 mil cabezas en todo el estado, es decir, cuatro veces más”, dijo.

Desmintió los dichos de un diputado local del PRD que falsamente declaró que en Durango la gente de las zonas ganaderas llevaba a sus vacas a sacrificar a las carnicerías, lo que calificó de irresponsable a partir de que las vacas flacas no son recibidas de esa manera en las carnicerías sin antes pasar por un proceso de sacrificio debidamente autorizado.

El presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango, que atiende a 34 asociaciones locales con 8 mil socios de su área de influencia, dijo que un factor que preocupa en este momento a la organización es la sobrecarga del ganado por encima de la capacidad de producción de pastos, lo que se conoce como un déficit en el coeficiente de agostadero.

“Todos los ranchos tienen un coeficiente de agostadero, en donde se establece la capacidad para recibir a determinado número de vacas y en este momento en todo el estado tenemos un estimado de tres veces más inventario que el permitido y eso es muy malo porque no existe el suficiente pasto para alimentar los hatos”, dijo.

Explicó que a través de los últimos 50 años, el inventario en Durango se ha elevado en forma indiscriminada, lo que en el lenguaje ganadero se conoce como “sobrecargar el agostadero”, lo que a la larga también reduce la capacidad de alimentación a cada vaca, por lo que se advierte que ante el cambio climático al no llover como antes ocurría, ya no habrá recuperación de los pastos y lo único que se provoca con ese desorden es erosionar los agostaderos.

Por ello, Rogelio Soto urgió a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del Gobierno Federal a poner orden, a regular esa sobrecarga y a aplicar desde ahora el Reglamento Ejidal para evitar una saturación del ganado permitido, ya que permitir que siga creciendo afectará la productividad en perjuicio de los mismos ganaderos de la zona.

CALE

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