Lejos de poner la canción del momento o hablar sobre un tema de farándula, las radios comunitarias indígenas son medios que cubren una necesidad primordial sobre el rescate cultural y la labor informativa a través de la lengua de estos grupos, un trabajo que se hace con mucho esfuerzo y con escasos recursos.
El Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) agrupa a 22 estaciones de radios orientadas a pueblos originarios ubicados en 17 entidades. A través de su sitio web es posible conocer Ecos Indígenas, un espacio abierto para que los usuarios escuchen estas emisoras.
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Una de esas estaciones es La Voz Mixteca, conocida como XETLA, en el 930 AM, y XHPBSD, en el 95.9 FM. Se ubica en Oaxaca, donde funcionan hace 38 años comunicando en mixteco, triqui y chocholteco. Melchor García López, director de la estación, cuenta que este medio nació gracias al maestro rural Ramón Hernández con los objetivos de Informar, comunicar, educar sobre temas que son de utilidad para la gente, promover la lengua y la cultura de los pueblos originarios y entretener.
“Fue creada como una escuela radiofónica, para que, a través de la radio, se castellanizara a los niños indígenas, se les enseñara matemáticas, ciencias naturales, ciencias sociales. Y actualmente acaba de pasar exactamente lo contrario, es decir, independientemente a que los niños aprendan la lengua castellana, lo que estamos fortaleciendo para que nunca se deje es la lengua nativa, la lengua materna, la lengua originaria de los niños de la región”.
Transmiten todos los días, las 24 horas, con 53 programas dirigidos a todos los públicos y ayudando con espacios de educación a distancia porque, pese a la hiperconectividad que se vive en las grandes ciudades, tener un radio en este entorno puede ser igual o más importante que un teléfono. Estos espacios son imprescindibles porque las señales de celulares o internet no funcionan al nivel de las zonas más pobladas.
“Como somos una radio pública dependemos del erario público y dependemos de una instancia del gobierno que es el INPI, y pues es una radio pública y lamentablemente es los últimos seis, siete u ocho años, en vez de tener más apoyo en este sentido para crecer, hemos venido sufriendo recortes (…) Estamos por el suelo, operando con lo mínimo necesario y eso complica nuestra tarea”.
Estar en una radio de esta índole es un compromiso que a ratos transita por una ruta empinada: es más corazón que ganas de enriquecerse. El escenario que enfrentan es adverso, al ser un medio público están bajo la solvencia del gobierno federal, esto quiere decir que también deben enfrentar los recortes que últimamente se han dado.
“Iniciamos operando con 451 mil pesos, pero a eso hay que restarle el 75 por ciento", lo cual quedaría con un presupuesto de 112 mil 750 pesos para 2020.
García López relata que La Voz Mixteca no tiene arreglos desde casi 11 años y hace cerca de seis que no se ha dado un mantenimiento “como dios manda” a los equipos.
“En junio de 2019 se nos quemó la consola principal de transmisión y no hubo recursos para repararlo porque salía más caro repararlo. Entonces, lo que hicimos fue improvisar otra consola que no es adecuada para transmisión, pero lo tuvimos que hacer para no estar fuera del aire”
Realmente el “equipo es muy raquítico”. Asegura que el transmisor AM tiene poco más de 25 años y el de FM es el único nuevo porque se empezó a transmitir a través de esa frecuencia hace casi un año y medio. Ya lo demás está quedando obsoleto: computadoras, bocinas, micrófonos.
“La institución (el INPI) que en este caso es nuestro concesionario, no le ‘ha caído el veinte’ de lo que significa esta radio y, creo yo, a partir de ahí es donde no ha prestado de herramientas que deberíamos de tener para hacer un mejor trabajo”.
La magia de una radio en los pueblos originarios
García López pertenece a la comunidad indígena, lleva 31 años trabajando en el sistema radiofónico, inició en la misma estación que actualmente dirige,”somos el himno de esta región y así es como entendemos nuestro trabajo (…) Ha sido un golpe bastante fuerte en que cada año nos vayan recortando y recortando más personal o más recursos, eso a cualquier lo mataría, pero nosotros seguimos”.
Su cercanía con este medio es inocente. Todo ocurrió cuando tenía alrededor de ocho años y vio, junto con su hermano de 10, el radio Majestic que dejó su tío en la cafetera. Ambos niños estaban llenos de curiosidad.
“Lo que hice con mi hermano mayor es que desarmamos ese radio para ver cómo era, si tenía monitos que estaban dentro que hablaban o cantaban. No encontramos nada. Armamos el radiecito y lo dejamos en su lugar. ¡Afortunadamente no se descompuso ni nada! ”
Este acercamiento mágico lo inspiró a trabajar en la radio que hoy tiene un total de ocho funcionarios. La señal AM de La Voz Mixteca alcanza una distancia aceptable, en línea recta, de cien kilómetros, pero calcula que en 70 kilómetros “llega perfecto”. Mientras que en FM es de 50, en la misma medición. Llegan a nueve distritos, donde hay 170 municipios en los que se ubican poco más de 2200 localidades.
“Cuando hacemos fiestas (de aniversario) la gente nos dice ‘venimos a celebrar a nuestra radio’, esa es la palabra mágica, por esa empatía que hay con la comunidad, sienten que la radio es suya. ¿Por qué? Porque de manera cotidiana su voz se escucha desde esta radio, porque en la radio no entrevistamos a Luis Miguel, no entrevistamos a Thalía, no entrevistamos a cualquier otro artista de renombre”.
“Aquí entrevistamos a la gente del campo, a la gente que vive día a día con las artesanías, con las mujeres que hacen tortillas, con la gente que produce en el campo o los géneros tradicionales: con los músicos, con los cantantes”.
Los trabajadores de la radio se han integrado a las familias gracias a su labor. Son actores comunicacionales multidisciplinarios debido a las condiciones en las que están.
“No cumplimos nada más con la tarea nuestra, sino que tenemos que hacer una tarea extraordinaria que se repone en nada, pero lo hacemos desde el punto de vista en que el objetivo y compromiso social es informar a nuestros hermanos indígenas”.
OMZI