En Comondú, pescadores de diversas comunidades que viven de esta actividad en Bahía Magdalena, Cabo San Lázaro, Puerto Alcatraz y Puerto Cortez registraron afectaciones tras el paso del ciclón Hilary.
La Cooperativa pesquera de Bahía Magdalena confirmó que al menos cuarenta familias fueron afectadas tras haber perdido su vivienda y algunas de sus herramientas de trabajo.
De acuerdo con David Romero, Tesorero de la cooperativa pesquera Bahía Magdalena, el ciclón los tomó por sorpresa y no les permitió recoger sus equipos de la zona.
“Se vino esto encima, no alcanzó a salir la gente para recuperar sus trampas, los agarró completamente infraganti (...) Es difícil hacer un cálculo para las pérdidas, un rollo de alambre para el pulpo sale en 6 mil pesos y salen y cada lancha o equipo requiere de unos dos rollos de alambre para poder tener un equipo completo, somos treinta equipos más o menos, entonces usted multiplique lo que se perdió, más la red entonces imagínense”, dijo.
Estas comunidades forman parte de Comondú y se ubican sobre los bordes de la península en el Océano Pacífico. Su forma de vida se sustenta a través de la pesca ribereña por una herencia y actividad que han desarrollado de forma empírica.
Las afectaciones se registraron únicamente de forma material en daños a sus patrimonios y el equipo para trabajar, no hubo personas lesionadas. A través de MILENIO realizaron un llamado de ayuda y han solicitado el apoyo del gobierno local.
“Necesitamos la ayuda del gobierno en este caso, ahorita lo único que tenemos en trabajo es el pulpo y la verdad que no es un producto que te saque de mucho apuro, la verdad qué es un producto de bajo costo, para todos los gastos que tenemos como cooperativa no alcanzamos (...) También en cuestión de las viviendas, en la isla son unas cuarenta familias las que viven ahí”, expresó.
Romero detalló que las familias que se dedican a esta actividad productiva no cuentan con la solvencia económica para poder invertir y comprar equipo con el cual salen a trabajar.
Se estima que son al menos treinta equipos en Bahía Magdalena los que se desarrollan en la zona y algunos de ellos podrían recuperar sus herramientas para regresar a trabajar, algunos otros casos tienen que buscar apoyo económico.
“Recuperando trampas pasada una semana volveríamos a volver agarrar el ritmo de trabajo se puede, pero sinceramente volver a comprar equipo, trampas, no estamos solventes para comprar por eso nos arrimamos al gobierno que nos ayude sobre todo en lo material”, revelo.
Las viviendas de los pescadores están construidas con materiales de madera, techos de lámina y materiales que son susceptibles a las lluvias y fuertes vientos de una tormenta tropical o un huracán.
Hilary en su paso por la entidad registró precipitaciones acumuladas de 200 a 250 milímetros, vientos y rachas de 200 a 250 kilómetros por hora, posteriormente conforme avanzó en su trayectoria fue perdiendo fuerza.
VJHM